Continúa metiéndome los dedos, mientras veo cómo sus pantalones se aprietan cada vez más, queriendo liberar su grandioso pene. Empezó a dibujar círculos con sus dedos dentro de mí y yo no puedo aguantarlo más, estoy tan mojada que decido parar esto y dirigirme al baño para calmar la calentura, si no lo hacía, iba a montarme sobre él sin importar la cantidad de gente que había en el lugar.Bastó con entrar al baño cuando siento que cierran la puerta con pestillo, me doy vuelta y veo que es Diego, imponente, grande, se veía tan jodidamente delicioso. Toma mi cintura con fuerza y me sienta en el lavamanos, comenzó a besarme con frenesí, agarró mi cabeza firmemente, como si me fuera a escapar de esos labios, de esa lengua que me quema con cada beso salvaje y profundo.Mientras hacíamos eso, bajé el cierre de su pantalón y por su parte, él acaricia mis piernas recorriendo mis muslos hasta subir mi vestido por completo. Desliza la parte superior de mi vestido para liberar mis senos y se aga
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