—Hola Abuelo, ¿ya despertó? —inquirió enseguida y con un toque de entusiasmo. —No hijo, aún no despierta. —Entonces, ¿para qué me llamas? —Hijo, para darte ánimos, ya me han contado lo que sucedió, espero regrese pronto, se que… —Olvidalo abuelo, la perdí, fuí muy cruel con ella. …. Tres horas después, el golpeteo en la puerta llamó su atención nuevamente. —¡Siga! —contestó con desgana. —Señor Walton, lo siento, pero he encontrado este USB, debajo del tapete, a lo mejor se le cayó cuando subía las escaleras —dijo la mujer, pero el joven, sin darse vuelta le dijo: —déjalo por hay, o metelo en uno de los cajones de allá. —señaló y enseguida la mujer hizo lo que él dijo. 8 meses después. En la Isla Je. Meylin compró un celular y enseguida marcó un número, había estado hablando con Lena, y ya era tiempo de que supiera donde estaba. —¿Lena? —Si, espera ya te hablo —la chica que se encontraba con Fernando, se alejó un poco para poder hablar con ella. —Amiga, quiero darte
Leer más