Todos los capítulos de Por doble amor: Mi papá perfecto: Capítulo 81 - Capítulo 90
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Capítulo 90
Aquí retomamos la historia de Isabella y Joseph, ofrezco una disculpa. Soy J. I. López y actualmente no me encuentro bien, estoy atravesando un cuadro severo de depresión en el que he tenido que volver a medicarme pues soy maniaco depresivo crónica con tendencias sui cidas y estoy atravesando un muy mal momento. Le había pedido a una persona de confianza que estuviera publicando mis libros, pero en un punto (pues son varios) se confundió y publico mal, desde este punto sigue la historia normal, nuevamente les pido una enorme disculpa.Un nuevo día había amanecido y solo el canto de las aves rompía el silencio de aquella tranquila mañana. Isabella se levantaba después de aquella agitada noche que había tenido con su amado Joseph. Mirándose el anillo en su dedo, apenas podía creer que él se lo había propuesto.Estaba enamorada, aquello era un hecho, profundamente enamorada del hombre que yacía durmiendo a su lado con aquella expresión pacifica marcada en su hermoso y varonil rostro; hab
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Capitulo 92
En la ciudad, Charles miraba aquellas fotografías de su ex novia, aquellas que tan feliz había compartido en su red social anunciando con felicidad sobre su compromiso. Cerrando con violencia la pantalla Charles supo que el tiempo se estaba terminando…e Isabella y su hijo debían marcharse con él, por los buenas…o por las malas.Apretando los puños, Charles nuevamente miraba aquellas imágenes donde la desbordante felicidad de la pareja parecía hacerlos brillar. Habían viajado a escondidas, se habían también comprometido y eso tan solo lograba frustrarlo y enfurecerlo aún más. Estaba dolido, molesto, y nuevamente el arrepentimiento de haber abandonado a Isabella estando embarazada lo golpeaba duramente, ¿Cómo habían llegado a este punto? Era obvio, todo era su culpa, pero aún así no estaba dispuesto a aceptarlo.Encendiendo el televisor, lo primero que el noticiero matutino tenía para mostrar era la noticia sobre el compromiso del importante hotelero italiano, la ciudad entera parecía
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Capitulo 95
En la vida de un niño inocente brilla la ilusión, el mundo de los sueños a menudo se confunde con la realidad, y solo las ensoñaciones más hermosas tienen lugar. Todo es pureza, todo es inocencia, no hay espacio para el dolor y el sufrimiento...al menos no porque el inocente lo provoqué.Los adultos a menudo se olvidan de lo que alguna vez fueron, y como el dolor de sus ilusiones rotas les causaron un daño, quizás, irreversible. Un niño que es despojado de su felicidad nata y es arrojado a temprana edad a los brazos del sufrimiento y la injusticia, está condenado a ser un adulto incapaz de encontrar su propio camino, de tener amarguras y olvidar lo que una vez fueron los sueños...y aquello era lo que Isabella temia más que le ocurriera a su hijo. Estaban en aquella oficina, Isabella sostenía firmemente a su hijo en sus brazos. Estaba hecho, el resultado era exactamente el que ya se esperaba, pues aunque le doliera, el ADN no se equivocaba, y Charles Smith era el indudable padre bioló
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Capitulo 96
—¡Mira papi! ¡Es un perrito! —Todas las luces de aquella mansión estaban ya apagadas, y tan solo podía apreciarse la penumbra en cada rincón del lugar.—Cariño, no corras, vas a caerte —Todos los sirvientes, como era habitual desde hacia varios años, se habían retirado a sus hogares; era una regla que no debía de haber nadie en aquella mansión después de las nueve de la noche.—Tristán, Genoveva, es hora de regresar —El ambiente siempre lúgubre, se sentía además demasiado triste, como si la esperanza se hubiese perdido para siempre, como si en aquellos rincones nunca más volvería a entrar la calidez de la luz del sol.—Pero papi, quiero ver a los perritos —Los ojos grises de tormenta miraban con pesar a aquellos azules tan similares al color del mar, añorando regresar a esos tiempos felices en donde todo parecía ser perfecto.—Vamos mi niño, volveremos mañana, lo prometo —Congelando la imagen de aquella reproducción de video que Joseph Harrington miraba en completa soledad, pudo
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Capítulo 97
Casi cuatro años atrás… —¿Crees que este es un maldito juego? ¡Demonios! ¡Mis padres van a matarme si se enteran! —Un hombre de cabello oscuro gritaba completamente fuera de sí, mientras una asustada Isabella lo miraba con una mezcla de dolor y decepción mientras sostenía en sus manos una prueba positiva de embarazo.—Charles…—¡No! Ni creas que con esto ya aseguraste el ser mi esposa, eres una arpía mentirosa, ¡Me dijiste que te estabas cuidando! ¡No puedo ser padre a esta edad! ¡No he terminado mis estudios! Además, ¿Crees que voy a cambiar mi estilo de vida para en su lugar cambiar pañales? ¡Estás loca! — dijo Charles mientras tomaba por el cuello a Isabella y la arrojaba sobre la cama de aquel pequeño departamento.Las lágrimas comenzaron a brotar desde los ojos de Isabella, quien no podía creer que el mismo hombre que le había prometido amarla incondicionalmente, a quien le había entregado su virginidad y que era tambien su prometido, la estuviese tratando de tan horrible maner
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Capítulo 98
—Bien señora Bianco, ahora que ha firmado y entregado los documentos, su tramite esta en proceso, aunque no debe de preocuparse, la respuesta es afirmativa, tan solo debemos esperar a que el procedimiento se complete y usted obtendrá la beca, así como la ayuda escolar para su hijo, el señor Harrington se toma muy en serio el ayudar a las madres y padres solteros, para ello es que existe esta fundación —Isabella sonrió como pocas veces lo hacía. Había entregado la papelería que le habían solicitado en recursos humanos y ahora tan solo restaba esperar para comenzar aquella nueva travesía. Se sentía la persona mas afortunada del mundo, había conseguido una buena beca que la ayudaría enormemente con los gastos, además, de que regresaría a retomar su carrera en donde la dejo hacia cuatro años. Ya se había contactado a la universidad en la que había estudiado, le mandarían sus documentos y podría inscribirse en cualquier otra de Palermo.Deseaba ser bióloga, adoraba a los animales y la nat
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Capítulo 100
—¡Mami! ¡Señor Haginton! —Ferdinand gritaba y saludaba desde el cochecito en que estaba paseando, mientras su madre peleaba contra su viejo celular en un intento por sacar una buena fotografía para capturar aquel tan especial momento.La luz de un flash se dejo ver, e Isabella sonrió al mirar como el señor Harrington había sacado una foto de su pequeño al notar que ella no había podido hacerlo. Extendiendo su mano con el aparato en ella, Joseph le mostro a la joven madre la fotografía que había retratado una enorme sonrisa de su hijo.—Muchas gracias señor Harrington, este viejo celular no toma bien las fotos, la pantalla se queda congelada cuando lo intento y…Isabella enmudeció al notar aquella penetrante mirada llena de nostalgia, que parecía escudriñar hasta lo más hondo de su alma.—Por favor, deme su número de celular, así podré enviarle la fotografía del pequeño Ferdinand — dijo Joseph con la seriedad que lo caracterizaba.Isabella sintió sus mejillas arder, y dándose prisa, a
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Capítulo 101
El sol se colaba por la pequeña ventana de su departamento y el canto de las aves había logrado despertarla.Isabella se incorporaba mientras se tallaba los ojos antes de abrirlos a la luz de un nuevo día. La noche anterior, si tenía que describirla, en una palabra, había sido maravillosa. Mirando a su lado, Ferdinand aún seguía durmiendo tan plácidamente, que sentía pena por tener que despertarlo. Su hijo había pasado una gran noche jugando y comiendo como si no hubiese un mañana, y eso, la llenaba de satisfacción.Levantándose de la cama, la mujer se dio una ducha rápida y decidió comprar algo en el camino para desayunar, se había despertado un poco tarde y no le daría tiempo de preparar algo elaborado. Mirando su billetera, pudo ver su paga prácticamente intacta; el amable señor Harrington había pagado por toda la comida y atracciones, ella solamente había pagado su entrada y la de Ferdinand antes de encontrarse con el buen hombre.Mirándose en el espejo una vez que estaba cambiada
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Capítulo 102
—Hola, ¿La tierra a Isabella? —Isabella salía de sus pensamientos de manera abrupta después de ser llamada por quinta ocasión por su compañera de turno.—Oh yo…lo siento, creo que estoy un poco distraída el día de hoy — dijo Isabella con sinceridad.—Ya lo creo que sí, cariño, dime, ¿Se trata de un hombre? Entendería si fuera por eso — respondió entre risas la mujer.Isabella tan solo sonrió. ¿Cómo decirle a su compañera que era nada mas y nada menos que el señor Harrington quien la tenia sumergida en pensamientos demasiado confusos?Aquella mañana la joven madre soltera había sido salvada por el amable señor Harrington de ser atropellada, aun recordaba aquella sensación de estar entre los brazos del hombre que tímidamente se había disculpado con ella por haberla tomado de manera tan abrupta. Un ligero sonrojo se mostraba en las mejillas de Isabella, aquel hombre tan apuesto le había salvado en mas de una manera desde que lo conoció, era casi como un sueño hecho realidad…aunque no un
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Capítulo 103
La soledad es terrible. Aquel sentimiento de necesitar a alguien y no tener a quien recurrir, de tenerlo todo y no tener con quien compartirlo, de desear hablar con alguien y no haya nadie cerca que te escuche. La mayoría de las veces, las personas suelen estar solas por merito propio, cuando el orgullo gobierna y dicta que es mejor estar solo, sin embargo, en ocasiones, la soledad es la única alternativa que tienes, cuando el mundo entero y aquellos que siempre juraron acompañarte te abandonan y no se tiene mas remedio que abrazar aquello que tanto nos causa dolor.Charles Smith era como el primer tipo de solitario, pues había escogido el camino de la soledad para lograr aquellos objetivos que siempre había deseado tocar con las manos, por otro lado, Isabella Bianco había sido una solitaria por el mero abandono en que los que una vez amo la sometieron, aunque dejo de estar sola para siempre cuando sostuvo por primera vez a su pequeño Ferdinand en sus brazos. Joseph Harrington, era un
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