Anís. Otso me deja en esta habitación privada y me recargo en el sillón para que se me baje el mareó que me a dado las bebidas, me sorprendo al escuchar musica sonar en la habitación detrás de las cortinas sale un hombre en pantalones de cuero, un arnés en el pecho y un antifaz comienza a bailar al ritmo de la música de una forma seductora, al ver sus movimientos la temperatura de mi cuerpo sube, desvío la mirada con vergüenza por estás viendo a otro hombre que no sea Dragos aunque algo de el me lo recuerda, me intento levantar para salir de aquí pero el hombre baja del escenario y me impide que me levanté, lo veo con molestia y al verlo directamente a los ojos me doy cuenta que es Dragos, casi se me sale el alma del cuerpo por la impresión. -Dragos que está asiendo. -No digas nada y solo disfruta amor. Me vuelvo a sentar y no puedo dejar de ver a Dragos que se mueve frente a mi, ya no puedo mantener mis manos quietas y me vuelvo atrevida al darle una palmada en el trasero, Dragos
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