BRENTTNo puedo retener por más tiempo esto que me aguijonea el pecho, Lynette es como una puta droga que una vez que pruebas, te vuelves adicto, he intentado por todos los medios sacarla de mi sistema, es demasiado tarde, no puedo y ahora no quiero, me conozco, cuando deseo algo no me detengo hasta conseguirlo, el problema con ella, es que ahora que ya la tuve, debió hacerse salido de mi cabeza, no pasó, fue todo lo contrario. Y ahora estoy aquí, besando a la mujer que me ha dado a dos hijos maravillosos que amo, lo que siento por Lynette, no es amor, odio, solo es mera pasión ferviente, y es que despierta en mí, un deseo incontrolable, jamás me había pasado esto con ninguna mujer, hasta que llegó. —Brentt, hay algo que… No la dejo hablar, no quiero escuchar sus palabras, solo sus gemidos, quiero que grite, que arañe mi espalda y clave sus uñas en mi piel, quiero dejarla tan marcada, que ningún hijo de perra se atrevería a verla, ni siquiera a respirar en su dirección. —Shhh. —P
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