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Todos los capítulos de PROMETIDA AL ITALIANO: Capítulo 31 - Capítulo 35
35 chapters
31. NO QUIERO QUE TE MARCHES
Capítulo treinta y uno: No quiero que te marchesGaby se untó mantequilla de cacao sobre el vientre decidida a evitar las estrías a cualquier precio. Había leído que esa crema ayudaba y había empezado su rutina nocturna casi inmediatamente después de que descubriera que estaba embarazada.Al mismo tiempo que deslizaba la mano por la redondeada barriga, se paró a pesar en los sentimientos contradictorios que batallaban dentro de ella.Sentía frustración hacia Alonzo. Frustración consigo misma. Divertimento por cómo había decorado la habitación porque esperaba un hijo. Admiración por la determinación que sentía por ser buen padre. Y el más grande de todos: tanto amor por su hija nonata que parecía estar a punto de estallar por ello.Si era sincera consigo misma, ese amor estaba empezando también a dirigirse hacia Alonzo. Sin embargo, no podía confundir el amor que sentía por su hija con el amor romántico hacia él. No eran lo mismo.Cuando le preguntó sobre Orlena, él había confirmado un
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32. AMOR
Capítulo treinta y dos: Amor—Recuerda fingir estar sorprendido —le dijo Gabriella a Alonzo al mismo tiempo que entraban al hotel.Tenían que subir a la Regal Room, en el último piso, una sala muy popular para fiestas y celebraciones. Gaby nunca había estado, pero había oído hablar al respecto y la había recomendado a sus clientes más elitistas.Subieron en el ascensor. Las cosas habían ido bien entre ellos en las dos semanas que habían transcurrido desde que, después de su discusión, terminaron en la cama. De hecho, se habían acostado varias veces desde entonces, y, en cada una de ellas, Gaby se había sentido cada vez más profundamente enamorada de él. Alonzo había mantenido su postura como amable y cariñoso padre de su hija.Debería ser suficiente, pero no era así. Por eso, al mismo tiempo que el ascensor subía, reunió el valor suficiente para volver a hablar con él.—Voy a anunciar que la boda queda pospuesta cuando diga a todos los presentes que vamos a tener una hija.—Gabriella…
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33. ¿QUIERES CASARTE CONMIGO?
Capítulo treinta y tres: ¿Quieres casarte conmigo?Alonzo vio a Gaby en la terraza y estuvo observándola como la primera vez que la vio. Ella llevaba puesto un vestido blanco que se ceñía a cada centímetro de su cuerpo, desde sus exquisitos senos hasta sus aún esbeltas caderas. El elegante cuello conducía a unos ojos azules que eran capaces de detener a un hombre en seco y a unos gruesos labios que le habían parado el corazón en varias ocasiones.En aquellos momentos, conociéndola como la conocía, aún era capaz de apreciar sus atributos físicos, pero lo que más veía era belleza. Belleza en un vestido que hacía destacar suabdomen ligeramente hinchado de embarazada. Su belleza cubierta de encaje blanco que le arrebataba el primer puesto a la impresionante puesta de sol que había a sus espaldas.Una belleza que era toda suya. Era...Aquella palabra era la clave, porque muy pronto dejaría de serlo. Se había mostrado muy posesivo hacia ella desde el principio y no había querido nunca dejar
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34. NO ES REAL
Capítulo treinta y cuatro: No es realPasó un segundo, luego dos. Gaby tan solo lo miraba con fijeza. Entonces, tensó los labios y las lágrimas comenzaron a caerle por las mejillas. Apartó secamente la mano de la de él.Gaby se secó las lágrimas casi con furia. Aspiró el aire y esperó que su fuerte constitución la ayudara a resistirlo todo. Tenía el corazón partido cuando llegó a la fiesta.Y ahora... Alonzo acababa de hacerlo pedazos.Él la rodeó con sus brazos para reconfortarla.—Gaby, sé cómo suena todo esto. Sé que crees que es demasiado tarde…Sin embargo, no era así. No tenía nada que ver con el tiempo.«Amo a nuestra hija… Siento algo por ti». Alonzo no podía haber sido más claro sobre la división de sus sentimientos. Cuando empezó aquel discurso, Gaby había creído que el milagro era posible. Que, durante aquella fiesta, Alonzo había terminado viendo la luz. Sin embargo, en aquellos momentos, al mismo tiempo que lo miraba, el corazón se retorcía de dolor y por fin había compr
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35. NO ES SUFICIENTE
Capítulo treinta y cinco: No es suficienteAlonzo trató de superar a sus hermanos, pero entonces Zackary le empujó y le rodeó con sus brazos. Podría parecer que lo estaba consolado, aunque en realidad era más como si estuviera intentando aplastarle las costillas.—Espera un momento —le ordenó Pietro—. Vamos a tener una conversación de hermanos.Cuando Alonzo se calmó por fin, Zackary le soltó. En el interior de la sala, familia y ambos observaban la escena con preocupación para luego mirar en la dirección en la que Gabriella se había marchado.—Tenéis treinta segundos. No pienso estar aquí mucho tiempo cuando debería ir corriendo detrás de ella.—Ya ha ido Fiona. ¿No lo has visto? —intervino Pietro—. Además, si Gaby quisiera estar hablando contigo en estos momentos, estaría en esta terraza. Todos los que hay ahí dentro están esperando una noticia. Efectivamente, ya se la habéis dado, aunque no precisamente la que estabais esperando.Alonzo se mesó el cabello con las manos. Por supuest
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