—¿Dónde está? ¿Dónde está? ¿Dónde está? —hable lleno de furia y enojo, ella no se veía en ningún lugar, esa maldita mujer no lograba encontrarla, había ido a casi todos los lugares, estaba loco por encontrarla y no lograban hallarla.—Mi señor debemos encontrar un punto fijo de lucha, no podemos seguir yendo y viniendo, ya la encontraremos, ella llegará tarde o temprano…--que tonto era, venir, ella no vendrá por mí, ella irá por Elizabeth, sabía muy bien eso sería lo que haría y no lo iba a permitir, la sangre corría por doquier, las personas sufrían, mientras yo me encontraba completamente sorprendido con la situación, no podía creer que las cosas se vieran de esta manera, aunque claro yo era el único demente que decidió venir hacia el frente mientras Fergus y Duncan habían ido a luchar a la parte trasera del templo, solo dios sabe lo demente que hay que estar para estar en este lugar, para poner mi alma y cuerpo en esta lucha tan impredecible y tan lamentable. No podía simplemente c
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