En este momento me sentía como una completa idiota, una que había actuado como de costumbre y no comprendía la profundidad de los asuntos que me rodeaban, el Duque había encerrado a mi padre, a su amante y a su hijo, un hijo, no puede ser verdad, esto solo me hacía sentir terrible, aquel no era mi padre, pero la Elizabrth original nunca supo aquello, siempre creyó en el amor verdadero e irrompible de sus padres, aquel que la motivo a que el Duque la amara, aquel que incluso cuando veía todo imposible ella siempre perdido por todo, pues soñaba con que el Duque algún día la amaría como su padre a su madre que serian una pareja tan unida como lo eran la Condesa y su esposo, que ella tendría hijos de aquel Duque, tan hermosos como ellos, que llegarían a ser felices para siempre.Al final los sueños de Elizabeth no fueron más que tonterías, no fueron más que una ilusión, una ilusión que ahora se mostraba ante mí como algo imposible, como algo que nunca se haría realidad, pues a los que ell
Leer más