Narrador:Con el correr de los días, Alicia se fue recuperando del todo. La pareja no volvió a hablar de lo sucedido en el baño y mucho menos de la noche pasional que habían tenido, pues ambos parecían sentirse más cómodos haciendo de cuenta que eso no había ocurrido jamás. Sin embargo las marcas en el cuello, que ambos tenían, se los recordaba.De todas maneras, Luka no desaprovechaba la oportunidad, cuando estaba al alcance de la vista de Alicia, de abrir un poco su camisa y rascarse cerca de dicha marca, dejándola al descubierto, ya que, a pesar de los días que pasaron, seguía estando allí, un poco más difuminada, pero aún era claramente notoria. Frente a esa situación, la joven se sonrojaba y bajaba la mirada. No lo decían en voz alta, pero ambos tenían esa noche muy presente.– No me puedo creer que aún no hayan hablado, ustedes dos, de lo que ocurrió hace unas noches– Renzo, no es tan fácil– Luka, ¡por Dios!, en ese matrimonio siempre fuiste tú el adulto, compórtate cómo tal y
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