CAPITULO 49 Blair Cooper Hacía mucho tiempo que no me sentía tan incomoda, pero más que nada intimidada. Una intensa y penetrante mirada azulada que esta clavada sobre mi desde hace unos quince minutos aproximadamente, y a diferencia de Ezra, no he probado aun mi taza de café americano, por lo que supongo, el líquido debe hallarse frio ahora mismo; a diferencia de mi cuerpo que parece un volcán a punto de ebullición. Tal vez debería sentirme enojada con Freya, porque es obvio que este encuentro “inesperado” con mi esposo no fue una simple casualidad, sino una emboscada sucia y en toda regla. Como ya dije, debería estar ahora mismo maldiciendo a mi mejor y única amiga, pero no resiento de su buena voluntad; ella tuvo toda la entereza que a mí me faltó para al fin darle cara a mis problemas. —Sinceramente —la voz de Ezra, suave y pausada, me saca de mi corto momento de introspección—, no me molesta pasarme el tiempo mirándote nada más, loquita, pero creo que justo ahora hay muchas pal
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