Abrazos y besos, gracias por seguir aqui!!
CAPITULO 43Cara Reed— ¡¿Qué coño crees que haces, estúpida?!Miro el cuerpo de Ezra tirado boca abajo, inmóvil y un charco de sangre empieza a marchar la alfombra de pelo corto; Tiffany tosía en busca de aliento mientras miraba con espanto el cuerpo a un lado de ella.—Creo que lo mate —musite como si despertara de un trance y deje caer la sartén que utilicé como arma homicida—. ¡Oh mierda! —Me puse las manos en la cabeza—. ¿Está muerto?Tiffany hizo es el esfuerzo de acercarse al cuerpo inerte y con su mano, hizo las veces de tantear su cuello en busca de pulsaciones; dejo salir una exhalación y asintió echándose hacia atrás.¡Gracias a Dios! Pensé aliviada.— ¿Por qué carajos lo golpeaste? —pregunto de pronto la rubia un poco más alentada y me tendió su mano, clara señal de que la ayudara a levantarse—. Te dije que no salieras de la habitación.Me miro con desaprobación y avanzo por el pasillo, directo al baño; la seguí como un perro tras su hueso.— ¡Te estaba ahorcando, Tiff! —L
CAPITULO 44Cara Reed— ¿En serio vas a matarlo?— ¿Tengo cara de asesina? —cuestiona con retorica ironía, blanqueando sus ojos—. ¡Por supuesto que no!—Pero acabas de decir…Tiffany resoplo con hastió y meneo la mano.—Sí, sí, ya se lo que dije, babe —me tomo de la mano para alejarme de la habitación donde Ezra yacía amarrado a su cama, inconsciente por los sedantes que yo le había conseguido—. Pero no lo dije en serio, es solo una manera de intimidarlo para que no me de dolores de cabeza innecesarios.Una vez en la cocina, ella me tomo del rostro con ambas manos y beso mis labios ansiosos de una forma feroz que dejo mi entrepierna palpitando.—Tienes razón, babe —conferí hechizada por su contacto; ella sabía cómo manipularme y yo gustosa se lo permitía—. Pero ya no puedes retener a Ezra por más tiempo aquí. Su familia ya debe sospechar y podrías meterte en serios problemas.Me beso una vez más y dejo una mordida en mi labio inferior que me hizo sangrar y gemir a la vez.—Podríamos,
CAPITULO 45 Ezra Lennox Tan rápido como doloroso, sentí mi cuerpo caer contra la alfombra cuando Tiffany se no tiro encima y cerró la puerta medio abierta, apuntando a Cara con un arma; el rostro de la pelirroja se puso lívido de terror y sin oponer resistencia, retrocedió. —Tiffany, por favor, baja el arma —dije con dificultad y ella recordó mi presencia en el lugar. — ¡Tú cierra la puta boca! Ella retrocedió por el salón y con el arma apuntando a Cara le hizo una señal para que se moviera hasta quedar a mi lado; Tiffany estaba completamente desnuda, sin que ese hecho le molestara en absoluto. —Por favor, babe. Ya no empeores las cosas —intento disuadirla, Cara, pero la voz le temblaba demasiado. — ¡No me llames así, gorda traidora! —le advirtió con el rostro deformado por la rabia—. Confié en ti y mira como me pagas. Ayudando a Ezra a escapar —negó con la cabeza—. ¿Por qué hacerlo? ¿Por qué ibas ayudarlo a volver a los brazos de Blair? —Porque es lo correcto, Tiff —respondió
CAPITULO 46Blair CooperLa mansión Lennox se convierte en un completo de caos de personas entrando y saliendo, luego de que Freya apareció con la noticia de Tiffany amenazando con matar a Ezra. Si en algún momento llegue a dudar del alcance y la influencia que podía tener el apellido Lennox en esta ciudad; después de hoy, jamás volvería a cuestionármelo.Fue cuestión de un par de llamadas por parte de Maxwell, para que un número reducido de personas de extraña procedencia, irrumpieran en la misión con sus camionetas blindadas de último modelo. Hombres como los que rodearon la mansión, solo los había visto en televisión y en las series de narcos a las que era fanática. Alta, fornidos y de buen ver, con uniformes tácticos y uno que otro armamento de defensa a la vista.El grupo de hombres con acento extranjero, en compañía de mi suegro, ocuparon el salón principal mientras eran puestos al tanto de la situación. Elizabeth, sentada en una esquina apartada miraba todo con desaprobación; l
CAPITULO 47Blair CooperSiento como el aire en la habitación se vuelve denso y me resulta difícil llevarlo a mis pulmones. Comienzo a ver puntitos negros cada vez que parpadeo y las paredes se mueven de un lado a otro.— ¡Debemos ir, Freya! —Jadeo y me sostengo la garganta mientras respiro con mucho esfuerzo; el micrófono que lleva Cara en su mochila ha dejado de funcionar nuevamente y ya no podemos saber qué demonios piensa hacer Tiffany—. ¡Debemos ir a ayudarlos, Freya! ¡Esa mujer está loca, ya oíste! —balbuceo de forma agitada—. ¡No se va a rendir, no lo hará!— ¡Vamos, Blair! —Con sus manos en mi rostro, Freya intenta hacerme recobrar el control—. ¡Respira mujer, te está dando un ataque de pánico! ¡Mald1ción!Por más que lucho con la bruma de sentimientos, no logro calmarme; es como si un abismo negro se hubiera abierto bajo mis pies para tragarme.— ¡No quiero que lastime a Ezra ni a Cara! ¡No quiero, No quiero! —Mi voz exaltada poco a poco va quebrándose y termino sollozando—.
CAPITULO 48Ezra Lennox—Señorita Walsh, le pido por favor que se entregue —dijo la voz cantante del agente Pávlov al entrar al lobby seguido por su equipo, igual de armado que él—. Ya no tiene alternativa y si no quiere que esto se vuelva un escándalo mediático que perjudique a su familia, será mejor que se rinda.Y efectivamente, afuera del edificio de Tiffany ya comenzaban a llegar los periodistas.—Vamos, cariño —dije suavemente al jugarme una última carta—. Piensa en tus padres, ellos no merecen esto.Sentí como se apretaba más a mí, como si fuera una especie de salvavidas.—No puedo ir a la cárcel —dijo de pronto en un susurro, alzo un poco la vista enrojecida y me miro llena de indignación; miro un segundo a Cara y sonrió con tristeza—. Lamento haberte lastimado, Cara. Fui muy ruin al haberme aprovechado de tus sentimientos.Por un instante y al no tener a la vista la expresión de Cara, pensé que ella no diría nada; sin embargo, contesto con la voz enronquecida.—Tal vez lo que
CAPITULO 49 Blair Cooper Hacía mucho tiempo que no me sentía tan incomoda, pero más que nada intimidada. Una intensa y penetrante mirada azulada que esta clavada sobre mi desde hace unos quince minutos aproximadamente, y a diferencia de Ezra, no he probado aun mi taza de café americano, por lo que supongo, el líquido debe hallarse frio ahora mismo; a diferencia de mi cuerpo que parece un volcán a punto de ebullición. Tal vez debería sentirme enojada con Freya, porque es obvio que este encuentro “inesperado” con mi esposo no fue una simple casualidad, sino una emboscada sucia y en toda regla. Como ya dije, debería estar ahora mismo maldiciendo a mi mejor y única amiga, pero no resiento de su buena voluntad; ella tuvo toda la entereza que a mí me faltó para al fin darle cara a mis problemas. —Sinceramente —la voz de Ezra, suave y pausada, me saca de mi corto momento de introspección—, no me molesta pasarme el tiempo mirándote nada más, loquita, pero creo que justo ahora hay muchas pal
CAPITULO 50 Blair Cooper —Catalina, ¿Cómo has estado, querida? ¡Que sorpresa verte por aquí después de tanto tiempo! Has atracado bastante lejos de Colombia. Era evidente que el tono amable de su saludo le salió bastante forzado, pero la chica ni siquiera pareció notarlo. — ¿Cuánto ha pasado desde la última vez que nos vimos, querido? —Cuestiono con bastante familiaridad posando una de sus manos en el hombro de Ezra; su inglés parecía bastante natural y fluido siendo ella una mujer latina —Unos cinco años, creo. Y por lo que veo los años te han sentado de maravilla. ¿Pero qué haces en Australia? —la respuesta de Ezra sonó un tanto ambigua y reticente mientras de reojo intenta captar alguna señal de mi parte que delatara mi estado de ánimo en este momento. Me hervía la sangre y casi casi echaba humo por las orejas, pero no le daría el gusto de verme afectada por algo que ya me temía. —Solo estoy de paso por trabajo, ya sabes, las buenas noticias hay que buscarlas con lupa alreded