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Todos los capítulos de Secuestrada por el árabe: Capítulo 31 - Capítulo 40
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Noche de bodas
Después de un rato, Aisha y Ahmed estaban sentados uno junto al otro sin atreverse a mover, desvíaban la mirada, en el ambiente había tensión, ya estaban acostumbrados a dormir juntos, pero solo a eso.Ahmed temía que si intentaba acercarse, ella lo rechazaría, Aisha por su parte temía que si accedía a estar con él o si se animaba a dar el primer paso, él la tomara como una chica fácil, además el recuerdo que tenía de su primera vez era muy doloroso, fueron interrumpidos por insistentes golpes en la puerta.—Ahmed hijo, no pretenderán tenernos aquí toda la noche ¿será que ya podemos pasar?Ahmed se puso rojo ante al escuchar las palabras de su madre ¿es qué se había propuesto hacerlo quedar mal esa noche?—Ahmed ¿que haremos? -Aisha rompió el silencio que había entre ellos.Él sacó un pequeño frasco de entre su ropa, contenía un líquido rojo y viscoso.—Mi hermana me dio este frasco con sangre, lo vertiré sobre la ropa de cama, está noche le daré una lección a mi madre y a mis tías y
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Llegando a la isla
Aisha notó a Ahmed muy serio, más de lo normal, sentía que el ambiente estaba tenso, no tenía ni idea de que pasaba.—¿Sucede algo? ¿Hice algo que te molestara?—En lo absoluto, no ocurre nada.—Estás demasiado serio.—Es cansancio y nada más, ya pasará, me hará bien descansar en la isla.Aisha decidió dejarlo tranquilo, la azafata se acercó para ofrecerles aperitivos, puso especial atención en Ahmed, ella lo noto, no quería parecer celosa, así que lo ignoro.El árabe decidió probar si le importaba cuando menos un poco, le devolvió la sonrisa a aquella chica, quien gustosa al ver que él correspondía se acercó mucho más, al dar la vuelta se inclinó hacia delante dejando a propósito su bien torneado trasero muy cerca de la cara de Ahmed, él se puso totalmente rojo, no pensó que la azafata llegará a tanto, Aisha estaba tratando de mantener la calma, no se dio cuenta de que estaba aguantando la respiración y empezaba a ponerse morada, Ahmed se dio cuenta y empezó a moverla preocupado.—Ai
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Pedirás más
Aisha se sobresaltó, tenía su cara a escasos centímetros de la de Ahmed.—Lo siento yo….El árabe no le permitió terminar la oración, la jaló hacía él y le dio un apasionado beso, ella se retiró pues necesitaba respirar, Ahmed frunció el ceño, pensó que quizá no le había gustado el beso.—Te pido una disculpa, no pensé que te molestará -después de decir eso salió de la habitación.Se quedó estupefacta ¿qué sucedía con él? Ella que estaba decidida a pasar una buena noche, se sonrojó ante la idea, tampoco quería parecer una ofrecida, quién no se sentiría atraída por un hombre como él.Se reprendió a sí misma, el calor excesivo del lugar la estaba haciendo pensar cosas indebidas, se paró a darse un baño estaba sudando copiosamente, al salir se puso tan solo una bata sin nada abajo, no creía que Ahmed regresara si se había marchado enojado.Al salir del baño se volvió a acostar, el baño la había relajado, se volvió a dormir profundamente, por la madrugada, se despertó, de nuevo Ahmed esta
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Tengo que confesarte algo
Salieron de la casa, afuera los esperaban dos hermosas bicicletas, una era en color blanco con azul, la otra en color blanco con rosa, varios guardaespaldas los acompañarían, ellos tenían bicicletas en color negro, algunas camionetas cuatro por cuatro los segurían de lejos.—Color rosa, me encanta. -exclamó mientras lo abrazaba, a pesar de toda la vigilancia, se sentía libre, feliz de poder ser ella en esa isla, sin tantas reglas limitantes.—Que bien que te gustó, las encargué hace un rato, vino a dejarlas la hija de las personas que cuidan la isla, es una gran amiga, nos conocemos desde niños, tuvieron problemas en Dubai, por lo que les ofrecí venir aquí hace años, gustosos aceptaron.Aisha agacho la cabeza, un gesto de tristeza se dibujó en su cara, en ese momento se sintió culpable.Tengo que confesarte algo.Ahmed agarró su barbilla con una mano.—¿Qué pasa hermosa?.—Tengo que pedirte perdón por desconfiar de ti, te observe hablando con esa chica, te veías cómodo con ella, me mo
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¿Qué demonios ha pasado?
Al otro día por la mañana, Ahmed organizó un paseo en yate, tendrían que regresar antes de lo planeado, Zafir le había avisado que había encontrado a sus hermanas, quería sacarlas cuanto antes de esa prisión, Zafir dudo si llamarlo o esperar a que regresara de su luna de miel, le llamo porque no sabía si el Jeque tomaría a bien que se quedara callado.La pareja desayuno antes de subir al yate, Aisha llevaba un ligero y largo vestido blanco, era semi transparente, debajo llevaba puesto el traje de baño, se había colocado un bonito sombrero y uno lentes oscuros, Ahmed llevaba un short blanco y una playera n***a, al igual que Aisha, se puso unos lentes oscuros.—Tendremos que regresar mañana a Dubai, se que te prometí más días en la isla, pero Zafir ha encontrado a mis hermanas y quiero liberarlas de inmediato, después podremos regresar para seguir con nuestra luna de miel ¿te parece?.Aisha se quedó callada por un momento, entendía que él tenía que rescatar a sus hermanas, pero el tan
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Tendrán que casarse
Ahmed no podía contener su furia, era obvio que todo lo sucedido estaba planeado por Aracha y su madre, esa necedad de querer casarlo con esa mujer lo estaba volviendo loco.—¿No recuerdas lo que sucedió?—No y no me salgas con que pasó algo entre nosotros porque sé que no ha sucedido nada.Está vez lo que le habían dado, lo durmió profundamente, conocía perfectamente su cuerpo y sabía perfectamente que nada había sucedido con Aracha.—Sal inmediatamente de aquí no no respondo, te expondré ante el Tribunal y sabes lo que te espera por meterte a la cama de un hombre casado.—No te atreverías.—Claro que sí lo haría, si en verdad no lo crees ponme a prueba.Aracha salió de ahí completamente furiosa, en el pasillo se encontró con Arkham que la había observado salir de la habitación de su hermano.—Hola palomita, veo que te has divertido con mi hermano.—Lo que planeamos con tu madre no funcionó, Ahmed se quedó profundamente dormido.—Jajaja así que ni con sustancias lograste hacer que mi
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Conmigo no se juega
Cambell no podía creer que Emma rechazara a su hijo de aquella manera, salió de la habitación sumamente molesto, pidió al médico que no volvieran a acercar a su hijo a su madre, afuera lo esperaba Thara que se encontraba visiblemente emocionada por el nacimiento del bebé.—Escuche el llanto del bebé, ¿qué tal está?, ¿cómo es?—Que puedo decir si soy el padre, es el bebé más hermoso que he visto.La cubana se acercó a él, para abrazarlo fuertemente.—Felicidades señor Morris, se ha convertido usted en padre y no tengo duda que lo hará excelente.—Gracias muñequita, espero que siempre estes a mi lado para ayudarme, porque la verdad no tengo ni idea de como hacerlo.—Aquí estaré para ti siempre que lo necesites, nadie nace sabiendo ser padre, imagino que la misma vida te va marcando el camino.—Ufff no creí que se sintiera tan bien ver un pedacito de mí respirando, es una emoción indescriptible, me emocionó su llanto, pero cuando abrió sus ojitos frente a mí, ahí definitivamente perdí la
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Mi corazón no latía tan de prisa
En el avión de regreso, Aisha deseaba hablar con AHmed sobre sus funciones, no se atrevía a decir totalmente lo que pensaba, él la notó muy seria, imagino que era porque no deseaba regresar a su país, era claro que no le agradaban sus tradiciones.—¿Qué es lo que pasa?—Es solo que no se cuales serán mis funciones como Jequesa.—Tendrás que acompañarme a diversos eventos, sobre todo cuando tenga que recibir a representantes de otros países con sus esposas.—Me gustaría organizar algunas conferencias y foros en pro de las mujeres, siento que se debe poner especial atención en motivar a las familias para que eduquen a sus hijas, se debe de hacer esto hasta eliminar el analfabetismo.—Me parece muy bien, te apoyare en todo lo que decidas hacer, mi padre fundó el centro de ayuda humanitaria más grande del mundo, desde ahí también puedes ayudar de gran manera.—Gracias por escucharme. —Recargo su cabeza sobre su hombro y suspiró fuertemente, él le dio un suave beso en su frente.Al aterri
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Sobre mi cadáver
Ahmed estaba decidido a hablar con su madre, no era posible que siguiera pensando que era dueña de la vida de sus hijos, que ellos tenían que hacer lo que a ella le diera la gana, fue a buscarla a su palacio.—Marhaba, hijo que bien que has regresado y que te das un tiempo para venir a verme.—Marhaba, madre. -Contestó muy serio, dando a notar su desagrado.—Mañana vendrá Abdil Amin, con su familia para reafirmar el compromiso con tu hermana.—Mi hermana no desea casarse con ese hombre, es tiempo de que entienda madre, que no puede obligarnos a casarnos con quién usted desea.—El matrimonio de tu hermana es un hecho, Arkham es tu hermano mayor y lo ha aprobado.—Él es el hermano mayor, pero yo no estoy pintado, soy el Jeque, por algo padre me puso en este lugar.—No hablaré más del tema, no pienso cancelar, si no quieres venir a recibirlos, no vengas.Abdil Amin, era un hombre despreciable, mucho más que su padre, se decía que gustaba de organizar orgías, en compañía de hombres y muje
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¿Lo sabías?
Caroline llegó en busca de su hermana, se sentía muy mal, había viajado varias horas, se sentía agotada y muy triste, desilusionada, no sabía cómo podría darle esa noticia, ella misma no podía soportarla.Pensaba que quizá no tendría la fuerza suficiente para decirlo, a su hermana aquello la lastimaría tanto o tal vez mucho más que a ella, Aisha no estaba enterada de su llegada, por lo que Amira sería quién la recibiría en el aeropuerto, al llegar, la chica la saludo con gusto.—As-Salaam Alaikum .—Va Alaikum As Salaam.—Qué bien que estés aquí de nuevo, a Aisha le dará mucho gusto.—No lo creo. —Dijo agachando la cabeza y comenzando a llorar de nuevo.—¿Qué es lo que pasa? —Preguntó preocupada.—Lo que tengo que decirle le dará tristeza y le provocará una gran ira.—Yo juro que no lo sabía, hasta ahora me entere, no sé que hacer, tengo que verla inmediatamente.Al ver que las personas las observaban extrañamente, porque Caroline hipaba fuertemente al llorar, Amira le pidió que subie
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