Ethan Todos pintaban la llegada de un bebé a la familia como lo más hermoso del mundo, yo no podía haber experimentado esa belleza, por supuesto que estaba agradecido de que ambos estuvieran en perfectas condiciones. Pero yo estaba exhausto, más allá de lo imaginable, cualquiera pensaría que yo fui el que dio a luz a ese enorme bebé. Acompañe en cada segundo a Sia desde que llegamos al hospital, me concentre en ser comprensivo y paciente con sus necesidades, las cuales fueron desde lo básico hasta tener que soportar esos dolores que ella experimentaba y que yo padecí, primero; ver su cara de sufrimiento y segundo si me tomaba de la mano o se sujetaba de mí, era un dolor excruciante. Me quedé perdido en la cama dispuesta para mí a lado de la de Sia, fueron unas pocas horas que pude tomar para recuperarme. Al abrir los ojos, Sia paseaba al bebé en brazos. —¡Oh, mira quien despertó! Es papá, el que dijo que te cuidaría tan solo salieras de mami. Me incorporé, la verdad quería
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