ALASKASoy yo la que llama Abel para disculparme. Debí marcarle antes pero ayer, definitivamente no era yo. O si, ya no se, lo que si es cierto es que ahora me maldigo por dejarme llevar.—Perdóname amor por no llamarte antes —me limpio las lágrimas—lamento preocuparte de esta manera. Intento no sollozar para no llamar su atención y agravar mi situación con el.—Cielo sabes que te amo mucho, no vuelvas hacerme eso, pase una noche de mierda pensando lo peor. —Te amo, te amo mucho de acuerdo.Sonríe, le encanta cuando le digo así y es que necesito decirlo para convencerme. Es a el a quien amo, a quien deseo, es Abel el hombre de mi vida y quien desata mis pasiones.—Yo también, sabes que eres mi vida por ello no hagas cosas que ponen en riesgo tu vida, no sé qué hubiese pasado si Bruno no está a tu lado. Su inocencia me parte el alma. —Sí, fue bueno conmigo—no quiero hablar más de eso—tengo que darme una ducha y volver al trabajo, quiero terminar lo más pronto posible para volver co
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