Romma tomó la decisión de acercarse a Sandro, pero debió posponerlo porque Sandro se vio obligado a viajar por asuntos de trabajo por un par de semanas. Durante ese tiempo se sentía terriblemente sola en el apartamento. La presencia de Sandro le era necesaria y acostarse sola en la enorme cama le resultaba insoportable. Se había acostumbrado a sentirlo cerca de ella, a veces durante el sueño rozaba su piel y sensaciones increíbles volvían a su mente, recordándole aquella noche especial, cuando hicieron el amor sin restricciones, sintiéndose totalmente libres de expresar su deseo. Y ahí estaba esa noche, sola, con una taza de té en sus manos, intentando mantener su mente entretenida con la tv, aunque apenas podría precisar lo que veía. Su pensamiento volaba hacia él, a ese hombre que había logrado llegar hasta lo más profundo de su alma. Trataba de definir cómo comenzaría a acercarse a él, cuál sería la forma en la que le haría saber lo que sentía y por más vueltas que daba, no llegab
Leer más