Todos nos quedamos callados sin saber qué decir o hacer cuando Asmodai habló así, de una forma que no aceptaba el tonto argumento de mi suegra al defender a la cucaracha de Susana.-No… ninguno. - contestó ella, bajito.-Me alegro de saberlo, porque podría parecer que está más en favor de esa… mujer que, en favor de Laura, que es su nuera, la esposa de su hijo. Y eso sí que sería muy raro. - contesta él mirando sus dedos y luego a ella con una ferocidad increíble.- ¡Ya estoy aquí! - Ernesto aparece de la nada y todos pegamos un brinco en la mesa, excepto Asmodai, que sigue mirando a mi suegra con tanta intensidad que a ella no le quedó de otra que agachar la mirada.- ¿Todo bien? – preguntó mi esposo al ver que nadie le contestaba.-De maravilla, Ernesto. Sólo intercambiamos una perspectiva con tu madre acerca de tu asistente. Me gustaría charlar contigo sobre eso, pero dado que hoy es el cumpleaños de Laura, no es el momento para eso. La incompetencia de tu asistente ya nos amargó t
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