Capítulo 30. Confesiones inesperadas
―¡No! No habrá divorcio, ni pensarlo. Quédate en esta habitación si es tan importante para ti. ―¿Cuánto tiempo crees que podemos seguir así, Aristo? Aristo pasó las manos por su cara en un gesto de cansancio. ―No lo sé ―respondió con tristeza ―Lo único que tengo claro en mi vida es que no quiero dejarte ir. También que las niñas deberían criarse aquí, somos familia y esta es parte de su herencia. Te pido que mes des un poco más de tiempo, por favor. ―Te daré otra oportunidad, pero no será eterna, Aristo, mis hijas necesitan estabilidad, sentirse queridas, no solo toleradas. ―Lo sé, mañana haremos el ritual y después me iré de viajes un par de semanas, volveré antes del bautizo para comportarme como el padre de Aly y Ady. Tendrás que ayudarme a hacerlo bien, Samantha. Sam se sorprendió al escucharlo llamar a las gemelas por su nombre, era la primera vez que lo hacía, lo tomó como una buena señal de que intentaría asumir su papel como padre. ―¿Es una promesa? ¿Asumirás tu paterni
Leer más