Afectada por las palabras de su hijo, Clara se levantó de asiento a por él, para detenerlo.—Simplemente no puedo creer que mi hijo sea tan cruel conmigo, sé que estoy pagando mis errores del pasado con tu desprecio, pero he intentado remediar mis errores tratando de acercarme a ti, de aconsejarte y lo único que recibo de ti es desprecio y un recordatorio que jamás me perdonarás, ¿tan mala madre fui? —cuestionó con su voz quebrada, tratando de llegar al corazón de su hijo.Alejandro, respiró profundo y rodó los ojos, molesto, ya que esa era siempre la artimaña para hacerlo doblegar antes sus palabritas llenas de nostalgia.—Eso debes responderlo tú misma madre, no yo, pues, si fuera por mí te diría que efectivamente fuiste una mala madre, siempre defendiendo el hijo de la mejor amiga y dejándome a mí, como el peor, cuando todos decían lo excepcional niño que era, solo tú y papá no vieron lo que los demás sí, por ese y muchos motivos más, es que, para mí, ustedes fueron los peores padr
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