Aurora:No pegué ojo en toda la noche, ni los tés mágicos de Sara lograron que descansara. Me estaba matando la ansiedad. Hablar con Caín desde que se marchó de la cabaña me la provocaba, sabiendo que no quería hacerlo, que iba a obligarlo, y si había cosa que detestara ese vampiro, era que le obligaran a hacer algo que no deseaba, y yo, justamente yo, iba a hacerlo. No tenía la intención de molestar a Dilan, ya sabía que lo estaba y bastante, así me acosté como siempre, si bien no pude dormir, simulé hacerlo. En cambio él, aunque dormía, no podía disimular su incomodidad, pues estuvo toda la noche dando vueltas en la cama sin parar, incluso se levantó varias veces para pasearse por la habitación, tratando de no despertarme, lo que no sabía era que yo no dormía. Al fin el amanecer interrumpió en la habitación, por una raja de la cortina, el sol me daba en la cara, su calor me resultó inusualmente placentero.Al sentarme en la cama, me llamó la atención mi vientre, pues había crecido h
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