PaulaHe despertado hoy, igual que los últimos días que puedo recordar, totalmente perdida y sin saber por qué me siento tan extraviada en mi propio hogar. No reconozco ningún sitio de esta casa, así como tampoco logro recordar a nadie. Sin contar que las personas que me rodean no me transmiten nada a pesar de ser tan cariñosas conmigo, solo uno me da algo de tranquilidad y ese es el abuelo. Encima de todo esto, debo cargar con una responsabilidad con la que, según dicen, he nacido, pero de la que tampoco tengo una reminiscencia. Sin descontar de que esta condición es demandante, desgastante y frustrante, más en mi estado. Según Rogelio, quiero decir mi padre, él no espera que todo lo logre de la noche a la mañana, pero espera que lo haga, vaya alivio. Entiendo de cierta forma lo que desea obtener de mí, pero igual no me satisface lograrlo, ya que hay un vacío en mí que no sé cómo explicar ni rellenar. Y esto es lo que me hace tener menos deseos aún para cumplir con sus exigencias. Si
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