En París. Ya eran las ocho de la mañana, Alexandra, Carolina, Lana, Daniela y Thomas, iban rumbo al aeropuerto— Alexandra, Carolina por favor cuídense mucho y siempre esten en contacto, siempre coman a sus horas, no se duerman muy tarde, si salen a divertirse no lleguen muy tarde a casa. Carolina te encargo mucho a Alexandra, ya sabes cómo es cuando esta trabajando. — Madre no te preocupes estaremos bien, prometo cuidarme mucho, en cuanto lleguemos a Milan te llamo, esta bien, para que estés mas tranquila.— Si señora Daniela, no se preocupe, estaremos bien, y siempre estaremos en contacto con ustedes, yo cuidare de ella quédese tranquila.— Vamos Daniela, ya son mayores de edad, y pueden cuidarse solas, no te preocupes tanto por ellas, las haras sentir mal.—Lo sé Thomas, pero no puedo evitar preocuparme por ellas.—Mamá ellas estarán bien, son muy listas las dos y ambas se cuidan siempre.— Así es mamá no te preocupes, Carolina y yo siempre nos hemos cuidado la una a la otra, y e
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