En el consulado Mexicano en Milán. Maximiliano D' Lucca, esperaba con ansias la información, que había pedido días anteriores, pues no dejaba de pensar en esa mujer que tuvo entre sus brazos por unos segundos, se moría de impaciencia por saber todo de ella. Maximiliano cerró sus ojos, queria recordar esos hermosos ojos que lo cautivaron, esas mejillas coloradas, que mostraban que la chica estaba apenada. Cada vez que él recoraba, sonreía como un adolescente, se sentía como un chico que apenas iba a la secundaria. Aquella chica cautivo el corazón de ese hombre, que a pesar de su edad y experiencia, no se deja enredar por juegos del amor. Porque su prioridad han sido defender los derechos de las demás personas.Pero esta mujer, estaba provocando en su interior cosas que por primera vez, le ponían su mundo al revés.Ni el mismo, lo podía creer, jamás se había sentido atraído por alguien de esa manera. Y esta chica se había metido en su cabeza, pensaba en ella día y noche. Maximiliano
Las dos chicas se dirigieron a un hermoso restaurante, Carolina se moría de hambre. Alexandra.Sé que lo que estoy haciendo tiene mucho trabajo, se necesita dedicación y esfuerzoNo he de negar, que siento miedo por el nuevo camino que voy a emprender, pero he luchado tanto para llegar hasta aquí, que no puedo darme por vencida, me encontrare obstáculos como los de ahora, pero estoy luchando por mis sueños. Pero sobre todo para no rendirme. Carolina es una gran amiga, que la vida me presento cuando más lo necesitaba, tengo tanto que aprender de ella, sabe por todo lo que estoy atravesando, así que me ha insistido tanto en ir a comer que no pude negarme. Su entusiasmo es evidente, que me lo contagia, y hace que me esfuerce más.Estoy cansada, cuando todo esto pasé, cuando logré mi objetivo sonreíre, y diré que todo valió la pena.Ay!! Como pero que hermoso restaurante, esta mujer piensa que tenemos dinero, espero algún día invitarla a comer a donde ella quiera, por todo su apoyo.No,
Las tres personas llegaron al restaurante. Maximiliano era una persona muy conocida, así que los camareros se dirigieron a él con mucha cortesía. — Buenas tardes señor D' Lucca, permítame llevarlo a su mesa. Maximiliano solo siguió al camarero. Carolina y Alexandra lo siguieron con la mirada, se dieron cuenta que lo esperaban en la mesa, otro camarero les hablo para llevarlas a su mesa. Carolina hablo ella había reservado ahí asi que el camarero cortésmente las llevo a su mesa -Señoritas buenas tardes, permítame llevarlas a su mesa.Las situaron en una mesa que quedaba justo en frenta hacia donde estaba Maximiliano. — Alexandra sin querer vio hacia enfrente y sus miradas se encontraron. En la mesa de Maximiliano. La chica que estaba esperando a Maximiliano estaba emocionada, llevaba ya mucho tiempo esperando concretar una cita con él, y por fin había tenido la oportunidad de tenerla, sus ojos se iluminaron cuando escucho su nombre, pero ella disimulo. Maximiliano llego a la me
Agustín se molesto tanto ante todo lo que Javier decía, el no quería aceptar esa posibilidad o más bien la realidad. — Estoy seguro que ella me entenderá, no fue mi culpa, fue de Lucía ella es la culpable de todo lo que nos paso. — Hay amigo estas muy equivocado. Si efectivamente fue Lucía la que tramo todo, pero tambien es tu culpa, porque no la buscaste y en tres meses te comprometiste y te atreves a decir que no es tu culpa, dime tu, que mujer u hombre aguantaría todo lo que tu le dijiste, si bien ella no nos lo dijo, yo me lo imagino, te conozco demasiado, y se cuan cruel puedes llegar a ser, cuando estás enogado. — Ya, ya basta, estoy seguro que Anna regresara conmigo, se que ella me ama todavía. —Agustín no te aferres, no es bueno para ti y tampoco sera bueno para ella, entiende si no la has encontrado es por que ella no quiere saber nada de ti, la lastimaste, y no sabemos lo que puede llegar a hacer una mujer cuando se siente herida. — No Javier no me pidas que me olvide d
La recepcionista muy educada les dice que esperen un poco, ella les avisara cuándo puedan pasar. La recepcionista se comunica con Carlo. Señor Carlo, hay dos señoritas que solicitan hablar con el embajador.Por el momento él, esta ocupado, pídeles que esperen y en cuánto se desocupe, las atenderá.Esta bien señor Carlo, yo les informo.La recepcionista se dirigió a ellas para decirles que tenían que esperar un rato. Ya que estaban ahí, ellas decidieron esperar.En la oficina de Maximiliano.Maximiliano, estaba discutiendo con su padre por telefono. Maximiliano que demonios pasa contigo, como es posible que tambien rechazaste a la cita de ayer.Padre por favor, si asistí a la cita fue por que usted me lo pidió.Maximiliano, entiende que solo quiero que no te quedes solo, ya tienes 31 años y no tienes novia, hijo yo solo quiero verte feliz.Padre si de verdad quieres verme feliz, déjame a mí encargarme de buscar a la mujer perfecta para mi " aunque creo que ya la enconte" penso para s
Ya me sentía sin esperanza alguna y no quería molestar a mi familia con esto, me han ayudado demasiado como para darles mas molestias, ya había tocado muchas puertas, pero todas se negaban, y bueno si es cierto a veces no es fácil confiar para invertir en alguien, pero yo soy muy buena con lo que hago. Maximiliano. Ya han pasado dos semanas, y no he sabido nada de mi chica de ojos cautivadores, espero pronto poder verla, eh estado muy ocupado en estos días, me encuentro cenando con algunos colegas, sin querer escucho la platica de la otra mesa, al parecer se burlan de alguna persona. -Oye has escuchado que una chica llamada Alexandra, anda buscando un socio. -Si, de hecho fue a verme, y me negué rotundamente, he oído que las demás empresas lo han hecho, aunque busque no lo conseguirá, presiento que esa chica no durara, es mas creo que ni siquiera empezará su casa de modas. Al escuchar lo que aquellas personas hablaba de Alexandra yo aprete mi puño me llene de coraje, se que cuest
Bueno, ya soy su socio, pero yo espero ser algo más que solo su socio, ella me gusta, sus ojos me cautivaron desde el primer día que la vi, esa manera de sonrojarse al estar entre mis brazos, esos ojos color café claro, esa hermosa sonrisa, dios ella me encanta, me he dado cuenta que es una mujer fuerte , que sabe lo que quiere en la vida y lucha por ello, es independiente, amable, me gusta todo de ella, espero que en un tiempo no muy lejano poder confesarle lo que siento, cualquiera que me escuchara decir esto diria que estoy loco, y si lo estoy pero por ella, dejaré que se encarge de sus cosas, pero si necesita mi ayuda no dudaré en hacerlo. Alexandra. Por fin, por fin puedo empezar, solo me hacia falta un pequeño empujoncito, y Maximiliano me ha ayudado a lograrlo, estoy tan agradecida por ese gesto que ha tenido hacia mi, ya estaba perdiendo las esperanzas creí, que ya no seguiría con mis planes, pero él a puesto su confianza en mi y estoy segura que no me defraudará y yo tampoc
Pronto llego la noche acomodé mis cosas y salí de ahí, si las cosas siguen como ahorita tendre que buscar un lugar mas grande, para hacerla la oficina central. Llegué al departamento, Carolina no había llegado aun, así que aproveche para irme a mi habitación y darme un baño. Y pensar en lo que voy hacer, saque mi cuaderno y empece a dibujar, despues de un rato ya me sentia con sueño, cerré mi cuaderno y me fui a dormir... Ya es de mañana y sali antes que Carolina, ni cuenta se dio que me salí mas temprano ya desayunare algo en el taller... Veinte minutos después ya estoy en mi pequeña oficina esperando que llegue Sophie, tengo una tarea para ella muy, muy, pero muy importante. Dan las ocho de la mañana y como era de esperarse Carolina entra furiosa regañandome.- se puede saber, porque la señorita salio de casa sin desayunar.- si desayune, que no me hayas oído es otra cosa.- Alex, no soy tonta, se como dejo las cosas en la cocina, si sigues así, me veré en la penosa necesidad de a