Luego vino diciembre. Y con ella mi graduación de la escuela secundaria. Fueron los mejores cuatro años de mi vida hasta ahora. Y dudaba que el tiempo pudiera borrarlos o superarlos. Esos días vividos intensamente quedarían para siempre en mi memoria. Independientemente de lo que sucediera al final, cuando nuestra amistad pasó por un fuerte “revuelo”, los llevaría por siempre en mi corazón, porque estuvieron conmigo en los momentos más locos y perfectos que viví.La ceremonia fue rápida y en poco tiempo estaba en casa de Lorraine, junto con toda la familia. Nicolás terminó llegando más tarde. No asistió a la ceremonia porque la preferencia era por familiares. Entonces me llevé a mi mamá, a Otto, a mi abuela, a mi tía, a mi otra tía, a mi tío y demás... La familia era grande y él no quería tomar el lugar de nadie.La fiesta fue sencilla pero muy bien organizada por mi madre, Lorraine y su madre. Además de que mi prima era la maquilladora más perfecta, también era genial con los adornos
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