ACACIA LUNA.—¿¡Por qué no me lo dijiste!?—¡Porque no lo sabía! —me responde.Me muerdo las uñas de los dedos.¡Malditos seas Nicolás...! ¡Como te apellides!Michael parece estar igual que yo.—¿Hay una forma de parar esto? —le pregunto desesperada.Él niega.—Podemos hacer que vaya más lento, pero no detenerlo o eliminarlo —me responde—. Lo siento, pero ya estás condenada.—¿Por qué a mí? —me quejo—. Yo no...El ruido de la puerta siendo abierta me trae a la realidad.Sonrío cuando veo a Nicolás y a los chicos entrar a la casa.—Hola —los saludo sentada en el piso— ¿Cómo les fue?Nicolás se acerca y me da un pico en los labios.—Bien —me responde él— ¿Qué haces?—Limpiar.Le muestro el plato en mis manos.Al parecer, todas las cajas que sacamos de la habitación tienen un montón de platos, vasos y algunas cosas para decorar.Es raro, pero mejor que encontrar drogas u órganos humanos.Ahora que lo pienso...¿Ellos comerán carne humana?No, esperen, creo que me estoy confundiendo de mon
Leer más