ACACIA LUNA.—¿¡Por qué no me lo dijiste!?—¡Porque no lo sabía! —me responde.Me muerdo las uñas de los dedos.¡Malditos seas Nicolás...! ¡Como te apellides!Michael parece estar igual que yo.—¿Hay una forma de parar esto? —le pregunto desesperada.Él niega.—Podemos hacer que vaya más lento, pero no detenerlo o eliminarlo —me responde—. Lo siento, pero ya estás condenada.—¿Por qué a mí? —me quejo—. Yo no...El ruido de la puerta siendo abierta me trae a la realidad.Sonrío cuando veo a Nicolás y a los chicos entrar a la casa.—Hola —los saludo sentada en el piso— ¿Cómo les fue?Nicolás se acerca y me da un pico en los labios.—Bien —me responde él— ¿Qué haces?—Limpiar.Le muestro el plato en mis manos.Al parecer, todas las cajas que sacamos de la habitación tienen un montón de platos, vasos y algunas cosas para decorar.Es raro, pero mejor que encontrar drogas u órganos humanos.Ahora que lo pienso...¿Ellos comerán carne humana?No, esperen, creo que me estoy confundiendo de mon
NICOLÁS COOPER.La veo dormir boca abajo mientras acaricio su espalda con la yema de mis dedos.Se cambia de posición y queda boca arriba. Su cabello le tapa el rostro y la cobija solo la tapa de la cintura para abajo, así que puedo ver sus pechos perfectamente.Escucho la puerta principal de la casa ser abierta y con mi olfato, identifico que Leon es el que entro a la casa.Me levanto de la cama y después de ponerme la ropa interior, salgo de la habitación y cierro la puerta.—¿Qué haces aquí?Él deja unas bolsas arriba de la mesa.—Te traje la ropa que me pediste —me contesta—. Por cierto, Amaris está preguntando mucho por ti.Me siento en una silla la mesa.—¿Por qué?Se sienta en la otra silla.—No lo sé —me contesta—. Supongo que es porque ha pasado más tiempo del que dijiste que estarías fuera de casa.—Dile que no empiece a molestar con eso al menos que quiera que le cancele las tarjetas de crédito.—No deberías de tratarla así —me dice—. Son una familia después de todo.Ruedo
ACACIA LUNA. Veo la ropa que tengo en las manos. —¿Te gusta? —Sí, esta bonita. Pero se ve muy ajustada. —Si quieres, podemos salir a comprarte ropa. Lo veo sorprendida. —¿En serio? —Sí, siempre y cuando me des besos y me digas que me amas mucho. Le sonrío. Imbécil. —¡Te amo! —le digo. —¿Y mi beso? Me inclino un poco y le doy un corto beso en los labios. —Mejor —me dice y luego voltea a ver la puerta—. Se va a ir la luz. —¿Cómo lo…? Y tal como lo predijo, se fue la luz. Lo veo sorprendida y confusa. —Escuche como uno de los vecinos hizo un cortocircuito. Asiento comprensiva. Esto todavía es raro. —¿Cuánto crees que tarde en regresar? —No lo sé —me responde—. Espero que no tarde mucho. Me levanto de la cama y me dirijo a la ventana. La intento abrir, pero no puedo. —Déjame hacerlo. Me hago a un lado y él abre la ventana muy fácilmente. —Gracias. —De nada —me dice—. Voy a ir a ver cuanto tiempo le falta a la comida para que esté lista, ahorita vuelvo. Asiento
ACACIA LUNA.Días después... Me despierto y no me sorprende encontrarme con que estoy nuevamente sola en la habitación. Como dice la canción, mejor estar sola que muy mal acompañada. ¿Otra vez se fue? Ruedo los ojos cuando escucho a esa voz decirme eso tristemente. Sí, gracias a dios.Me siento en la cama cuidadosamente, ya que me duele todo. Todo esto por tu culpa, ¿por qué tenías que intentar escapar? ¿hasta cuándo vas a entender que nuestro lugar es al lado de él? Prefiero morirme antes de estar con él.¿Entonces por qué no te suicidas? Le voy a contestar cuando la puerta del baño y yo me tapo los pechos con la cobija. Él se ríe de mí. —¿Por qué los ocultas si ya he hecho más que verlos? Lo veo molesta. Camina hasta el otro lado de la habitación. —Regreso en la tarde —me dice poniéndose un reloj—. En la noche quiero entrar a la habitación y encontrarte desnuda para hacer el amor, ¿entendido? Asiento. —Roberto va a venir en unas horas a darte de comer y asegurarse de
CAMERON LUNA.Leo el libro tranquilo hasta que veo algo que me sorprende mucho.—Sarah —le hablo— ¿Qué significa que tu alma gemela te castigue?—Pues...que te castiga.La veo serio.—Ya lo sé.—¿Entonces para qué preguntas?Ruedo los ojos.—¿Quieres saber si lo que dice el libro es verdad, verdad?Asiento.—Es verdad —abro los ojos sorprendido—. No pongas esa cara. Eso es muy normal entre nosotros.La veo con la boca abierta.—Pero, ¿cómo? —balbuceo sorprendido—. No le haces eso a la persona a la que amas.—Corrección —habla Sarah—. Los humanos no le hacen eso a la persona a la que aman.La veo sorprendido.—¿Para ustedes es muy normal abusar sexualmente de sus parejas y hacerle heridas graves?—Sí.La veo más sorprendido que antes.—Pero eso depende de la especie —me dice—. Por ejemplo, las hadas castigamos a nuestras parejas hechizándolos para que sufran si no están con nosotras volviéndose uno solo.Me alejo un poco y ella ríe.—Tranquilo, no te voy a hechizar —me dice—. Al menos
ACACIA LUNA.Él termina de hacer su "trabajo" y después de que se acuesta a mi lado, yo me levanto de la cama y me dirijo al baño.Entro a la ducha y abro la llave del agua fría lo más que puedo para sacarme toda la suciedad del cuerpo.Lloro todo el tiempo que me tardo bañándome, pero lloro más cuando tengo que lavarme esa zona.Me limpio queriendo sacar toda la suciedad que cargo, pero aunque este muy limpia físicamente, no puedo evitar llorar porque gracias a él, mi mente está muy sucia.No sé cuando ni como, pero termino sentada en posición fetal en un rincón de la ducha.—¡Ey! ¿¡Por qué tardas tanto!?Abrazo más piernas.Las puertas de la ducha se abren y lo veo viéndome serio.Me abrazo más a mi cuerpo.Él entra a la ducha y cierra la puerta.Se pone a mi altura.—No debes de ponerte así —me dice y acaricia mi brazo con la yema de sus dedos.Tiemblo de miedo cuando hace eso.—No ocurre nada malo —continua hablando—. Solo hacemos el amor como todas las parejas en este mundo.Quie
NICOLÁS COOPER.Después de muchas horas, llego al edificio en donde esta nuestrodepartamento.Estaciono mi auto en el estacionamiento subterráneo del edificio para después salir y cargar a mi melodía.Presiono el botón del elevador y lo espero hasta que por fin llega y memeto en él.Presiono el botón de nuestro piso y las puertas de la caja de metal secierran.Mi melodía se queja un poco, pero no se despierta.¿Quién diría que las drogas de los humanos son realmente buenas?Llegamos a nuestro piso y camino hasta la puerta de nuestrodepartamento.Abro la puerta, entro y luego la cierro con mi pie.Camino hacia la habitación y dejo a mi melodía acostada en la cama.Le quito los zapatos y después la tapo con una sabana.Empiezo a revisar que Leon haya hecho todo lo que le pedí.La puerta principal solo se puede abrir con una llave y una huelladigital: check.✅Todas las ventanas no se pueden abrir: check.✅Todas las ventanas están polarizadas: check.✅Las ventanas no se pueden romper
NICOLÁS COOPER.Camino de un lado a otro hasta que la puerta de la habitación se abre y por ella sale el doctor.—¿Cómo está? —le pregunto preocupado.—Bien —me contesta—. Aunque va a seguir con dolores de cabeza y mucha sed por unos tres días.Eso me calma un poco.—La droga que se le dio era muy fuerte y se le dio una gran cantidad —sigue hablando el doctor—. Tuvo suerte de no tener una sobredosis.Mierda.Debí de poner más atención en la dosis.—Aunque es una fortuna que ya hayan hecho la unión de sangres, de lo contrario, muy probablemente ella ahora estaría en el hospital —continúa hablando—. Hay que recordar quees humana y por lo tanto, es más débil.No por mucho tiempo.—Estos son los medicamentos que se le deben de dar para que esté bien.Me entrega una hoja.—¿Eso es todo? —le pregunto viendo la hoja.—Eso es todo.—Bien —le digo—. Si ya no tienes nada más que decir, te puedes retirar.El doctor hace una reverencia y Leon lo acompaña a la puerta.Cuando mi beta regresa y se