Los visitantes y los Rumi formaron una excelente relación que los llevó a compartir tradiciones y conocimientos. Se quedaron treinta días y treinta noches. Wari y Atreus habían formado una estrecha relación.El día en que los visitantes partieron Wari, con lágrimas le entregó la lanza con la que se había protegido todo ese tiempo. Atreus agradecido tomó la lanza y la sostuvo mientras se alejaba y desaparecía entre los árboles.Después de la visita, todo había marchado con normalidad en la tribu, y los niños ya habían empezado su entrenamiento. Cierto día, Wari y Suyana , estaban en la orilla del río recolectando piedras para fabricar las puntas de sus flechas. Buscaban las piedras más lizas y redondas. Estuvieron un largo rato ya que también jugaban con los peces y se salpicaban agua el uno al otro. Hace algún tiempo que no Visitaban el río, esa pequeña travesía común, les causó mucha emoción, sin embargo, no podían quedarse mucho tiempo, ya que el kuraka los esperaba.Entonces, Wari
Leer más