Estaba muy celoso, no es común que mis hombres no sigan mis órdenes al pié de la letra por culpa del miedo que sienten hacia mí, morir sería poco si se alguno se atreve a tocar a mi Gianna. Las órdenes fueron claras, no entrar a menos que ambos lo gritemos a cuatro vientos por ayuda o me encargaría de entrenar con cada uno y dejarlos donde pertenecen, en el suelo. Soy el jefe, sin embargo mis días y horarios de entrenamiento son iguales a los de cualquiera, con justa razón debo ser más fuerte que los demás. Por eso soy el mejor candidato para dirigir, porque nadie me supera en destreza física y muchos menos en la mental.Gianna es un nuevo desafío, me gustaría luchar contra ella para ver que tanto debo mejorar, siempre busco hombres más fuertes que yo para vencerlos y fortalecerme. Soy fuerte para ser humano, pero no es ideal que dependa por completo de Gianna para algunas cosas, su vitalidad es muy útil para recuperar el poder que me arrebataron, ya empecé a mover mis fichas con e
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