Los siguientes días siguen siendo una locura total, por un lado, nuestra búsqueda de una mujer que nadie ha visto y que parece no existir, mientras por el otro, tratar de calmar a los ciudadanos, quienes al enterarse de la muerte de Pyotr Orlov la histeria no se hizo esperar, y no precisamente por qué estuviesen a favor de ese hombre, sino porque todos saben de qué es capaz La muñeca de Bratva y que tan cruel puede llegar a ser.Yasha y yo nos encontramos en mi oficina revisando toda la información que hemos podido recabar sobre El gran Pyo, pero al igual que en el caso de Konstantin Gerasimov no es de gran ayuda, a tal extremo que parece que solo estamos dando vueltas en círculos.—Seguimos igual que al principio —me quejo recargando mi cabeza en la silla y cierro mis ojos con gran pesar.—No te desesperes Damien, ambos sabíamos que esto sucedería, nunca ha sido fácil dar con ese tipo de personas —me consuela Yasha y antes de que pueda refutarle tocan a mi puerta.—¡Adelante! —expres
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