Después de eso la tarde paso muy calmada y tranquila, ya que sin guardianes que hicieran desastres no se generaba mucho papeleo… por lo que Antonella solo se encargaba de cuidar a los pequeños. De esta forma empezaron a pasar los días donde ella contaba con la compañía del rubio silencioso, como lo llamo, ya que este solo llegaba como a las 10am a la mansión para ir a donde se encontraba ella y vigilarla en silencio mientras la rubia se dedicaba a jugar con los pequeños.- Sabes, me siento como una niña pequeña que es observada por su niñero – menciono divertida, sabiendo que sus palabras eran escuchadas por el contrario mientras metía al pequeño pelinegro en el corralito que le habían colocado en el jardín para que ellos jugaran afuera.- … - Akira dejo de presentarle atención a su lectura y la miro de reojo para después volver a leer su libro.- … - Antonella dejo escapar un suspiro, en verdad que ese sujeto era demasiado callado y reservado, aunque por extraño que pareciera le agra
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