Capítulo 11. El lobo persigue a su presa
Nial persiguió a Kaitlyn acechándola de forma lobuna, solía hacer eso cuando quería divertirse con algún animal solitario y después devorarlo con sus caninos. Solo que está vez, pensaba devorar la entrepierna de la señorita que huida despavorida. Si centro vibró con deseo, pronto una enorme erección adornaba sus pantalones. Esbozó una sonrisa peculiar, pero jodidamente sexy cuando alzando a la joven pelirroja. La atrapó por las caderas aferrándola con sus fuertes brazos y tirando de ella para que la distancia se disipara. Kait jadeó, tal susto fue aquel, que soltó la canasta por inercia. Con horror observó como el objeto rodaba chocándose con raíces que sobresalían de la tierra, la ropa se esparció ensuciándose más. Después levantó la cabeza para obsérvalo a él. Sus ojos, tan negros por la perversidad que habitaba en ellos, la hizo estremecer con hormigueos extraños. —Usted está loco, señor Wolf. Suélteme inmediatamente —murmuró ella con valor. Nial la empujó para estrecharla cont
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