AriarysNunca nadie me había besado de esta manera, como tampoco nadie se había detenido a acariciar cada parte de mi cuerpo antes de quitarme la ropa. Los besos de Erik son apasionados, fogosos, demandantes, pero a la vez tiernos y dulces. Tanto que no quiero separarme de su boca porque temo que en cuanto lo haga, me de cuenta de que todo es un sueño y me despierte dejando atrás este hermoso momento.Con sus manos grandes y ásperas recorre completamente mi espalda, haciendo que corrientes eléctricas inunden todo mi ser.A esto se refería él cuando dijo que me enseñaría a valorarme, ningún otro hombre me había hecho sentir lo que Erik en tan poco tiempo y con solo un beso. En medio de nuestras caricias y nuestros besos, no sé en que momento llegamos al sofá de mi departamento. Sin embargo, no importa el lugar porque lo importante era que estaba cómoda entre los brazos de Erik. Sentía mi cuerpo inquieto y deseoso por ser completamente suyo, que para cuando quise darme cuenta. Estaba
Leer más