Jacob GarcíaMiamiLo volvimos a hacer, luego de que la despertara a besos y caricias en medio de la madrugada, sentía que no estaba satisfecho, necesitaba mucho más de ella. Me puse el preservativo. Era adicto a su piel, a su olor, a su sabor, la miraba y quería que esa imagen permaneciera en mi mente por siempre. La toqué la acaricié y la hice llegar a dos orgasmos impresionantes, estaba rendido. Pero quería seguir. –Jacob.Me llamó y estaba con los ojos cerrados pero me acariciaba el pecho y el brazo, su tacto me enloquecía, estaba tentado a despertarla por completo y volver a hacerla mía. Jen era dinamita en la cama y me gustaba que conmigo estaba aprendiendo el arte de amar.–Dime mi amor.–Me gustas mucho, en serio, eres adorable. – Ya no dijo nada más.No eran las palabras que me hubieran gustado escuchar, pero ya íbamos un paso adelante, yo le diría ahora mismo que la amaba, más ella insistía que era mentira, pues lo nuestro comenzó haciéndole un favor, pero yo la empecé a am
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