Jen SmirnoffMiamiMe siento tan renovada, tan satisfecha, estoy acostada en la cama con mi esposo, con el padre de mis hijos, con el hombre más encantador sobre la faz de la tierra, me mira con adoración, de la misma forma en la que yo lo estoy mirando, adoro estar así, con mi esposo, sin que nada nos impida estar desnudos sobre la cama, paso mi mano por su pecho, se encuentra con los ojos cerrados, pero sé que no está dormido.– ¿En qué estás pensando mi amor? No me digas que en los niños.Conocía tanto a mi esposo, que sé que en este momento está pensando en nuestros hijos, porque es de las únicas veces que los hemos dejado sin siquiera planearlo, bueno de mi parte no lo sabía, pero ellos siempre iban a estar protegidos por sus abuelos, que estaban encantados de tenerlos con ellos.–Me conoces mejor que nadie en este mundo, Jen, y sí, nuestros hijos no se pueden acostumbrar tanto a estar con los abuelos, porque ellos tienen sus cosas que hacer, no podemos estar cargándoles las mano
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