Finalmente, el día de mi cita con Kenneth ha llegado, estoy un poco nerviosa, bueno mentira, me encuentro muy alterada, quizás en un inicio no acepté, pero justo ahora agradezco haberlo hecho. Esta mañana me arreglé el cabello y las uñas, ya me tocaba y tenía cita desde hace algunos días. No es por Kenneth que me arreglo, aunque no niego que me emociona el hecho de que justo hoy estaré más bella de lo normal y una parte de mi realmente espera gustarle.Salgo del salón y camino por una calle llena de tiendas, aún no sé qué me podré, miro por si algún vestido es de mi interés. Le pregunté a Kenneth cómo debía vestirme porque aún no sé a dónde me lleva, pero luego de mucho insistir me dijo el nombre del restaurante, busqué fotos y es muy elegante. Caminando entre infinidad de vestidos y resistiendo esa tentación de decir me los llevo todos, encuentro uno de color rojo parece ser ajustado y por su largo diría que llega justo sobre mi rodilla, sus tirantes son muy finos y se cruzan es su es
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