Mi día favorito de la semana es el domingo porque puedo holgazanear y consentirme, tengo una empleada que vine a limpiar la casa entre semana de las labores del hogar esa no es ni de lejos mi favorita, gracias a Marta no tengo tanto trabajo en la casa. Me desperté a las once y me hice un fabuloso almuerzo, sí, me salté el desayuno, pero un día no hace daño.Luego decidí disfrutar de una ducha relajante y de fondo escucho las canciones de Camila, un grupo que amo. Cuando acabo salgo del baño envuelta en una toalla y continúo tarareando la música que se reproduce desde mi celular, me pongo un vestido de flores rojas y unas sandalias negras con tiritas, en mi cabello me hago un semi recogido. Observo mi reflejo en el espejo y tengo que confesar que me encanta, opto por usar solo un poco de maquillaje pata cubrir mis ojeras y resaltar mis largas pestañas, me doy un color mate en los labios y me hecho mi perfume favorito, me es imposible no poder suspirar al sentir un olor que amo tanto.Úl
En un inicio me mira sorprendido, pero a medida que me acerco una sonrisa se va haciendo más evidente en su rostro. Siento más nerviosismo del normal a la hora de acercarme, esto es algo así como la caminata de la muerte. —Ayer estabas hermosa —dice mientras toma un mechón de mi cabello y juega con él, es evidente que estoy nerviosa y seguro lo nota —pero hoy —se detiene, su letanía al hablar me enloquece aún más —pareces una diosa —Dios, porque este hombre me hace esto, casi muero de un infarto. Me toma por la cintura y me arrastra hasta estar bien pegada a él. Ambos miramos nuestros labios, lentamente se acerca y me da un beso suave y húmedo, es delicioso tener contacto con sus labios, siento que estoy en el mismo cielo.—Gracias —digo mientras me alejo un poco de él.—Tenía ganas de verte, vine a ver si querías cenar conmigo o no se ir al cine, lo que tú quieras, solo me apetecía estar un rato a tu lado.—Bueno en el camino hice un pedido bastante grande de comida japonesa debe est
Estoy algo nerviosa, es el primer día que vengo a trabajar desde que soy oficialmente la novia de Kenneth y también de que me hice un cambio de look, aún no hemos hablado sobre cómo serán las cosas en la oficina, no tuvimos tiempo, estábamos tan metidos en nuestra noche de pasión y locura que olvidamos todo alrededor. Pienso en cuando Matilda se entere, seguro entrará en histeria, me siento malvada porque me dan ganas de reír al imaginar su cara. Entro con una amplia sonrisa a la oficina y saludo a todos a mí alrededor, llevo bastante tiempo aquí por lo que conozco a la mayoría del personal, algunos me notan en el cambio y me dicen lo guapa que estoy. Veo a Tania en la oficina de Pablo como cada mañana, es tan lindo verlos juntos. Ahora podremos tener esa salida en pareja que ella y Alexa tanto anhelan. Aún no le he contado a nadie sobre la noticia que me tiene tan feliz, como dije no he tenido tiempo.—Pero ¡qué guapa estás! —dice Tania casi eufórica.—Gracias, tú no te quedas atrás
Mi teléfono vibra sin parar, es un número que no conozco y aunque en los últimos días no he recibido ninguna amenaza, siempre que este anuncia una llamada me congelo del miedo a que vuelva a suceder, como he hecho hasta ahora la rechazo y sigo diseñando la publicidad de una de las páginas de la revista, al instante recibo un mensaje.Número desconocido: Hola Abigail, soy Zennet te estaba llamando para que supieras que mi hermano me dio tú número, disculpa si estás ocupada y te interrumpí.Siento vergüenza por haber sido tan paranoica, pero es algo que no puedo controlar, de manera inconsciente relaciono todo a mí alrededor con alguien queriendo hacerme daño. Pero sé que, a pesar de tener muchos motivos para estar así, de alguna forma lo estoy llevando a un punto más extremista. No quiero que Zennet piense que la evito o que soy una maleducada por lo que rápidamente le respondo.Abigail: Siento no poder responder ahora, estoy en el trabajo. ¿Hablamos más tarde?Sé que está mal mentir, p
KennethEn mi vida he conocido muchas ratas, pero no cabe duda de que una de las peores personas en mi vida es sin duda Matilda, cada cosa que hace provoca que recuerde a Rebecca, un monstruo que no supe parar en su momento, pero esta vez no ocurrirá lo mismo. Siento tristeza al ver cómo se degrada para conseguir mi atención, quizás no me recuerde, pero cuando éramos niños solíamos jugar juntos, ya que nuestros padres eran buenos amigos. No quiero ver cómo termina como la loca de mi antigua jefa, por eso he puesto todo mi empeño para conseguir que se detenga con esta obsesión que tiene conmigo. De pequeño recuerdo que era igual, todo lo que quería lo conseguía como fuera, estoy seguro que ni siquiera le gusto, pero algo dentro de ella la obliga a competir para demostrar que es mejor, ser el nuevo no siempre es bueno, porque las hienas están pendientes de cualquier error para apoderarse de su víctima, soy consciente de que si la eligiera al poco tiempo me daría una patada para luego des
AbigailDecir que la llamada de Zennet no me sorprendió sería mentir, se escuchaba exaltada y bastante preocupada, no sé qué sucede, pero pude sentir su necesidad de ayuda hasta en su tono. Conduzco lo más rápido que me es posible para acudir a su llamado, estaciono bastante mal, pero en este instante es lo que menos me preocupa y bajo del auto, busco el número de la casa y termino frente a un edificio antiguo pero muy bonito, toco el timbre y espero a que alguien conteste.—¿Sí? —dice una voz que no reconozco.—Soy Abigail…—Si claro, ahora te abro, por favor sube rápido, esto se está saliendo de control —me dice una voz que me interrumpe y en habla casi en un susurro.—Okey —respondo algo confundida, la puerta se abre.Subo las escaleras hasta el tercer piso, en el solo hay tres puertas una de ellas está abierta y escucho una voz que reconozco al momento, Zennet habla desesperada, gritando y llorando, corro y me adentro en apartamento porque es normal que este preocupada y no tengo i
AbigailMi alarma suena sin parar y a pesar de que me cuesta mucho trabajo logro estirar un brazo hasta apagarla. Dejo escapar un suspiro y volteo para quedar acostada sobre mi espalda son las seis de la mañana y en cuatro horas sale mi vuelo, pero debo llegar antes al aeropuerto.Me volteo y observo a mi sexy novio mientras duerme, su rostro se ve relajado y lo noto más apuesto de lo que ya es, no quiero despertarlo anoche estuvimos despiertos hasta muy tarde aprovechando al máximo nuestro tiempo juntos, por varios días solo nos veremos a través de Skype. Sé que lo extrañaré muchísimo ya me he acostumbrado a verlo todos los días, pero me consuelo diciéndome que alejándonos nos extrañaremos y nuestro próximo encuentro será candente y apasionado. Aún me pregunto cómo es que llegué a estar aquí cuando vivía en un mundo lleno de restricciones y miedos, es increíble lo rápido que me he ido liberando de las ataduras que impuse a mí misma.Estiro cada parte de mi cuerpo y siento como algunos
No es la primera vez que me monto en un avión, pero no por eso dejo de encontrarlo atemorizante. Odio las alturas, por lo que agradezco que mi viaje haya sido de hecho más agradable gracias al entretenimiento constante que tuve con Tania.Pasamos la mayor parte del tiempo charlando, escuché atentamente mientras me contaba sus problemas con Pablo, al parecer las cosas entre ellos no están bien, cosa que ya había notado, pero me reservo el comentario, ella asegura que lo arreglarán y realmente espero que tenga razón.Me dedico a escuchar y me ahorro los comentarios que sé que la lastimaran, pues no soy una fiel defensora de los hombres, he sufrido bastante a causa de muchos y no específicamente de manera sentimental, aunque con Kenneth aprendí que esa frase de “no todos son iguales” es realmente cierta.Kenneth es la excepción, pero aún sigo despreciando al resto, solo a él le he permitido poco a poco entrar en mi vida y gracias a eso he enfrentado algunos miedos que en el pasado no me a