Al cabo de una hora después ya se sentía fresca, limpia, relajada y con más ánimo, se había lavado y secado el cabello, y se había hecho una trenza, llevaba puestos sus vaqueros de mezclillas favoritos, con un suéter de lana rojo que tenía estampado una margarita en la parte trasera, y se había aplicado un poco de maquillaje en el rostro para disimular sus ojeras, huellas del sueño lúcido que había vivido con Lee Joon.Con una taza de café entre las manos y con el estomago lleno y saciado, ya se sentía con el valor suficiente para escuchar las quejas que seguramente su jefe había dejado en la contestadora, y sin más preámbulo apretó el botón de la máquina. Llenando la voz de su jefe la estancia silenciosa." Ok!, Merida ya me preocupas, cielito, voy a llamar a tu casera para saber si ella te ha visto, si escuchas esto antes, avísame"_ saltó el primer mensaje."No sé dónde estás lindura, pero eres una estrella. Te ganaste tu puesto en la revista con creces, te ovacionó de pie"_ decía e
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