Era demasiado tarde y los tres habíamos tenido suficientes emociones por un día. Así que decidimos reanudar esta conversación mañana cuando estuviéramos más frescos y descansados; esto sin mencionar que teníamos que aclarar nuestras ideas, pues habían pasado demasiadas cosas en un plazo demasiado corto como para poder captar correctamente todo lo que estaba pasando.Eran demasiadas cosas, demasiados secretos y demasiadas emociones como para actuar correctamente sin tomarnos un descanso donde pudiéramos reflexionar sobre todo.Asumí que después de despedirme e irme a descansar a nuestra habitación se quedarían los dos hablando después de su reconciliación pues sabía qué, aunque el vínculo que los unía era demasiado fuerte, hoy se había tambaleado, esa amistad que hasta entonces había creído indestructible.Y aunque la lealtad me decía que tenía que ponerme de parte de Javier, sabía que Carlos tenía razón al cuestionar sus acciones pues, aunque no habían ahondado en ello los dos dejaron
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