*John* Habían pasado dos años desde el incidente de Reichel. Nuestra hija Amara, ya tenía un año y cinco meses, como una Loba se desarrollaba más rápido que los bebés humanos, ya caminaba y decía muchas palabras, era inteligente y la mimada de la manada. Tenía ocho meses cuando se transformó en Loba sorprendiéndonos a todos, es el record de la familia, seguido de Sebastián que lo hizo cuando tenía un año y dos meses. Su Loba tiene ojos lilas como los de Mora, la Loba de Sara, pero el color de su pelo es como el de Mats, gris oscuro con blanco. Sara aún extraña a Reichel y aunque me diga que no habla con ella sé que lo hace, aunque no sé cómo. Sebastián hace más de un año que se aisló de la familia, habla lo justo y necesario y solo por negocios, asegura que su vínculo con Reichel se terminó, que ella rompió el lazo como nos había amenazado miles de veces a Sara y a mí. Una mañana le pregunté a Sara que si eso er
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