–No hace falta, yo puedo complacerte señor Mendoza del CampoY así durante buena parte de la noche, los amantes comparte un nuevo momento de intimidad, disfrutando del contacto, de los sonidos acuosos, de sus besos que decían todo lo que sentían el uno por el otro, de las caricias desenfrenadas.De todo lo que no podían decirse con palabras, lo decían con sus cuerpos desnudos.Jadeando – Adrián…–¿Qué pasa Catalina? – Catalina se gira y lo besa en los labios–Te amo, te amo mucho estoy agotada – sonrojadaAcariciando la mejilla de Catalina – tú me dejas exhausto, Catalina eres el mejor placer que he podido encontrar, ven mi amor tenemos que salir de la tina e ir a dormir, antes de que lo olvide – saliendo de la tina, ayuda a salir a Catalina y seca su cuerpo con cariño y esmero–¿Qué pasa Adrián?–Tengo que ir a la ciudad todo el día, espero no te moleste si no puedo venir mañana a verte mi amor–Solo si me prometes que pasado mañana no me vas a ignorar por estar de coqueto con otras –
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