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Todos los capítulos de Amor Esclavo: Capítulo 21 - Capítulo 30
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Capítulo XXI
–Bien peque – abriendo el corral, el novillo sale, se acerca a él y succiona sus dedos – sigues siendo el mismo bebé que Catalina cuidaba – sonriendo – bien sal de la hacienda y ve a buscar a Catalina – como si el animal entendiera sale corriendo y se dirige a las puertas de la hacienda – “Catalina por favor ve al río”En La Sacerdotisa–Bien – sonriendo – acá tienes tu pago Pablo–Eres muy amable Catalina – sonriendo – ¿vas a hacer algo más hoy?–Tengo que ver las plantaciones de arroz, y luego iré al río – sonrojada – “Adrián, mi amor quiero verte, aunque sé que siempre terminamos peleando” ya sabes si viene esa señorita Palomino no la dejen pasar, no quiero a esa mujer cerca de mí – se pone de pie y se dirige a los establos–Martín–Si señor Pablo ¿Qué pasa?–¿A qué crees que vaya Catalina al río? – sonriendo–Yo supongo que quiere ir a ver a cierto señor engreído de cabello negro – sonriendo – Pablo, he estado pensando el señor Mendoza del Campo y Catalina ¿no serán parientes? – Pa
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Capítulo XXII
–“Genial ¿Cómo voy a arreglar esto?” le dije que ella estaba muerta para mí, que podía irse con ese hombre inglés – Felipe apenas pone una de sus manos en su rostro – si lo sé no me lo tienes que decir soy un imbécil–No pudiste decirlo mejor, bien Adrián ahora mira como resuelves esto porque Catalina dijo que no quería volver a saber de ti, que te podías ir al diablo y que estabas muerto para ella – Adrián se queda pasmado – bien Adrián te dejo cuídate y si logras que Catalina te perdone, cuídala – le da la espalda y saleMientras Adrián piensa en qué hacer para que Catalina lo perdone, ella está en su habitación profundamente dormida, luego de llorar durante toda la tarde. A la mañana siguiente Catalina está en su despacho luego de ir al ordeño durante la madrugada, al llegar hay un regalo esperando por ella.–Señorita Ponce y Galán – haciendo una reverencia – un esclavo de La Primavera ha traído esto para usted – entregando un ramo de rosas blancas sin espinas –¿Sabes quién las en
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Capítulo XXII
–“Genial ¿Cómo voy a arreglar esto?” le dije que ella estaba muerta para mí, que podía irse con ese hombre inglés – Felipe apenas pone una de sus manos en su rostro – si lo sé no me lo tienes que decir soy un imbécil–No pudiste decirlo mejor, bien Adrián ahora mira como resuelves esto porque Catalina dijo que no quería volver a saber de ti, que te podías ir al diablo y que estabas muerto para ella – Adrián se queda pasmado – bien Adrián te dejo cuídate y si logras que Catalina te perdone, cuídala – le da la espalda y saleMientras Adrián piensa en qué hacer para que Catalina lo perdone, ella está en su habitación profundamente dormida, luego de llorar durante toda la tarde. A la mañana siguiente Catalina está en su despacho luego de ir al ordeño durante la madrugada, al llegar hay un regalo esperando por él.–Señorita Ponce y Galán – haciendo una reverencia – un esclavo de La Primavera ha traído esto para usted – entregando un ramo de rosas blancas sin espinas –¿Sabes quién las enví
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Capítulo XXIII
Catalina entra en su habitación, mientras seca su cabello que ya da hasta más allá de la espalda baja y usando una bata – ¿Por qué esta apagada la luz? Bueno debo suponer que Martín la apagaría – se gira para cerrar la puerta cuando ve un par de brazos largos cerrando su paso – ¿Qué haces en mi habitación, cómo entraste a mi hacienda, peor a mi casa? – sonrojada–Bueno Catalina, es que me aseguré de ver cada cuantas horas tus trabajadores hacen cambio de guardia, además averigüé que tú ordenas dejar la casa grande sola – retirando el cabello de Catalina y besando su cuello–Vete, además ¿no estabas contento recibiendo toda la atención de esas arrimadas? –evidentemente celosa–No me digas, mi niña de ojos azules sintió hoy celos, bueno entonces creo que hice un buen trabajo – aprisionando a Catalina contra la puerta, en ese momento Martín toca la puerta–Catalina – Catalina se queda pasmada y Adrián la gira para besarla – Catalina ¿estás dormida?–No…no Martín sabes que hoy tuve un día
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Capítulo XXIV
–¡Suéltenme, ¿Cómo se atreven a tratar así a la futura hija de Catalina Ponce y Galán?! ¡haré que Catalina los azote por esto! – mientras a empujones la sacan y cae de forma estrepitosa al suelo–La señorita Ponce y Galán le ha prohibido la entrada, los tiros que lanzaron los hombres fueron de advertencia, a la próxima no habrá consideraciones, usted puede ser muy mujer y lo que sea, pero usted no es nada de la señorita Ponce y Galán, ella ya tiene pareja y es un hombre de Gran Bretaña–¡Al menos digan el nombre de ese cerdo! “maldito cuando sepa quién es tu amante lo borrare del mapa, yo seré la señora de esta hacienda”–Ella no nos ha dicho nada, puesto que está esperando una respuesta de aquel hombre–¿Qué respuesta?–Ella, señorita Palomino; le ha escrito para decirle que lo ama y que venga a España a vivir con ella – Fernanda abre sus ojos totalmente sorprendida – aparte le ha escrito al señor Altamirano, para saludarlo y preguntar por la señora Brown y las señoritas Brown, bien n
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Capítulo XXV
–Si Catalina – tomando en brazos a Catalina y la lleva hasta la cama – creo que ya te dijeron que esa mujer vino y se coló en la hacienda – Catalina asienta – luego de eso me dirigí hacia mi hacienda y al llegar me llevé la sorpresa de que ella estaba esperando por mí–¿Qué quería Adrián? – sollozando–Se me ofreció, dado que su padre no quiere oficializar un compromiso, ella se ha convencido de que acostándose conmigo tendría derecho a mi hacienda – Catalina abre sus ojos totalmente sorprendida – se exhibió como una ramera de la peor clase, me mostró uno de sus pechos y sus piernas – Catalina rompe en llanto y esconde su carita en el pecho de Adrián – Catalina ¿Por qué lloras?Llorando, mientras se aferra con fuerza a las ropas de Adrián – porque no quiero pensar que ella haya logrado su cometido, me duele pensarlo Adrián – Adrián le levanta el rostro y la besa tiernamente – Adrián …–Catalina ¿Cómo puedes pensar eso? Mi amor, yo solo vivo para ti, tú eres la única en mi vida, no te d
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Capítulo XXVI
Tomando en brazos a Catalina – Catalina, ¿puedes mantener escondidos a los esclavos?–Si Adrián, mañana enviare por mi abogado y haré las cartas de libertad de todos esos esclavos, si le pago bien a ese hombre no dirá nada – sonriendo – Adrián – soltando el abrigo de Adrián y dejándolo caer – te he extrañado y mucho – sonrojada–¿Y qué puedo hacer para que mi niña de ojos azules deje de extrañarme? – bajando a Catalina y estrechándola en sus brazos–Adrián, quiero que me ames, que me ames tanto que me duela el pecho de tanto amor que me puedas dar ¿estoy siendo egoísta mi amor? – sonrojada–Mi amor ¿Cómo puedes decir eso? Si yo deseo lo mismo, Catalina quiero tenerte solo para mí, que mi nombre viva en tus pensamientos, quiero tanto amor de tu parte mi dulce niña de ojos azules que no solo el corazón sino el alma me duela de tanto amor – aprisionando la boca de Catalina y retirando su chal, dejando descubiertos los hombros de su amadaSoltando el cabello de Adrián, retirando su camisa
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Capítulo XXVII
–Pero estás enamorada, tanto así que por defender a Adrián Mendoza del Campo que no lo merece por cierto, revelaste que viviste en libertinaje con un hombre y tienes razón en hacerlo, si los demás hacendados se enteran de esto van a cortar de tajo sus negocios con La Primavera y Adrián quedará en la ruina, no solo por usar su palabra de honor, sino por el hecho de que tú abortaras a sus hijos–Por eso lo hice – sonrojada, mientras seca sus ojitos – además en estos cuatro años me he dado cuenta de que Adrián ha cambiado, ahora si es verdad que me quiere, me lo ha demostrado – completamente roja–Bien, es bueno saber eso quiero preguntarte ¿Quién más sabe de esto?–Su yerno, mi mamá que en paz descanse, el señor Alejandro y ahora usted–Entonces María Valeria y Fernanda ¿no sospechan de nada?–Tanto la señora Córdoba como Fernanda Palomino saben lo que yo he estado diciendo que viví en total libertinaje con un hombre de Gran Bretaña–Bien Catalina esperemos que Fernanda no se llegue a en
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Capítulo XXVIII
AdriánAhora que me encuentro tan cerca de mi fin, solo puedo pensar en ti, en lo injusto que fui cuando te envié a Francia por algo que tú no hiciste, si Adrián ahora que estoy muriendo me he enterado que tú no tuviste que ver con ese incendio en las plantaciones de té, te he enviado a Francia a sufrir y a padecer de terribles maltratos, sí también supe de todo lo que sufriste a manos de ese hombre a quien encargue tu cuidado, también supe de que tú asesinaste a ese hombre cuando tenías dieciocho años, siento no haber enviado por ti en ese momento, pero ya eras adulto y haber vivido con tu odio presente era una idea que carcomía mi alma, Adrián por favor perdóname por no haber sido un buen padre, por no haberte creído cuando me juraste que tú no tuviste que ver con ese incendio.Adrián hay tantas cosas que quiero decirte y siento que unas cuantas hojas de papel no me alcanzarán para decirte todo esto, pero tengo que serte honesto y decirte primeramente lo siguiente: como sabes Helena
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Capítulo XXIX
–¡Yo prefiero vender mi hacienda e irme a Londres con Philip antes que casarme con otro hombre!–¿Quién es ese tal Philip?–¿Acaso es…?–Él es mi amante – todos menos ciertas personas se quedan pasmados – él es el hombre que he conocido en Gran Bretaña–¡¿Y cómo es ese infeliz?! ¡por lo menos debe tener su encanto para hacer que cayeras!–Es más alto que yo, su cabello es largo, sedoso y precioso, de sonrisa encantadora y mirada dulce, tiene un carácter de los mil demonios, pero es bueno que sea así porque nos complementamos – voltea a ver a Adrián y este le guiña el ojo, haciendo que se sonroje–“Catalina te falta decir que tiene los ojos azules y el cabello negro, aunque por lo de mi carácter esta noche lo discutiremos” – dando una sonrisa mientras se cruza de brazos–¡No tiene la gran cosa!–Para usted no porque usted se revuelca con cualquiera que le ofrezca una casa y un buen miembro que la satisfaga – todos se quedan boquiabiertos – si quien les habla no es la señorita Ponce y Ga
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