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33 chapters
Un descubrimiento.
Narra Cristina.Después del mal rato que me hizo pasar Jack, tomé una decisión que cambiaría el rumbo de mi vida. Preparé mi maleta, a pesar de estar de noche, decidí que era mejor irme.Le escribí una carta a Jack para que supiera que lo había dejado, la dejé sobre la cama.Antes de irme, decidí abrir la libreta de mi difunta madre, sentía que era el momento para abrirlo. Así que me senté en el borde de la cama, después de la muerte de mi madre, había sentido miedo ver lo que estaba allí dentro, sin embargo ya era momento de enfrentar lo que sea que estuviera allí.—Hija, si estas leyendo esto es porque ya no estoy… una vez más te pido perdón, fuiste lo mejor que llegó a mi vida, a pesar de mis errores. Los nombres de tus padres son Martin Carrasca y Elena. Espero que puedas encontrarlos— Decía aquella carta.No pude evitar las lágrimas, realmente estaba destrozada por lo que estaba viviendo.Después de unos minutos, tomé mi maleta y salí en silencio de la mansión, despedirme no era
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Una buena noticia.
Tocamos el timbre, una empleada nos abrió la puerta y nos hizo pasar hasta la sala, rápidamente fue con los señores para informarles que había llegado visita. Don Martin salió de su despacho a recibirnos, tan rápido lo vi, no dudé en abrazarlo con fuerzas, solo podía llorar en su pecho sin detenerme. —¿Qué te ha pasado?— Preguntó preocupado. —No es nada, aunque si es algo… Mi madre murió hace algunos días, y acabó de dejar a mi esposo, así que estoy un poco triste— Le confesé. —Lo siento mucho, de haber sabido Elena y yo hubiéramos ido— Respondió con amabilidad. —Don Martin, eso no es lo que me trae aquí, realmente vine por algo que es muy importante— Le dije mientras lo miraba fijamente a los ojos. Martin acarició mi cabellera, ambos nos quedamos mirándonos, las palabras no hicieron falta. Don Martin me abrazó, algunas lágrimas se escaparon de sus ojos, sentía como sus brazos me rodeaban con fuerzas. —Tu eres nuestra hija, la primera vez que te vi, sentí que te conocía de toda
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El final de la frialdad de mi esposo.
Narra Jack. Últimamente no me concentro en ningunas reuniones, he querido dar el espacio que me pidió Cristina pero no sé cómo hacerlo, no he podido dejar de ir a su antigua casa y preguntar sobre el lugar donde se encuentra. —Jack últimamente estás despistado, se que tienes problemas pero debemos centrarnos aquí— Decía Daniel después de salir de una reunión y perder un contrato. —Lo siento mucho, se que estoy un poco ausente pero no dejaré que esto influya más en mi trabajo, discúlpame amigo— Le respondí un poco bajoneado. —¡Anímate o has algo más para decirle a tu mujer que la amas. —No se que hace, no me contesta las llamadas, no tengo formas de hacerlo. Hoy estoy muy cansado, mejor me voy a casa, te veo mañana amigo— Le dije. Llegué a la mansión al rededor de las 6:30 de la tarde, fui directo a la habitación que compartía con Cristina, me envolvía entre las sábanas que aún llevaban su olor. Al día siguiente. Narra Cristina. Después de un largo viaje, finalmente estaba en l
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