CAPITULO TREINTAMilo— Entonces, me estás diciendo que tu, un chef con todos tus diplomas, con todas tus estrellas y conocimientos mundiales culinarios ¿no sabe lo que es el un menestron de chancho?— Yo, pues...Me lanzó una mirada de ayuda, y era en parte gracioso ver al hombresote de más de cincuenta años ser el enfoque de mi mejor amiga.Pero para ser sincero.Peyton parecía realmente sosprendida como desilusionada al escuchar que no sabía de los deliciosos platicas de nuestro lindo Ecuador.Es decir.— ¿No se supone que para ser un chef debes conocer platos típicos de diversos países?Ella robo las palabras de mi boca.— ¿Sabe bueno eso que dices? — le pregunto Quan recostado contra el sillón con un tazón de canguil sobre su estómago.Hoy era uno de esos días que disfrutaba con mis mejores amigos, es decir, venían a hacerles la vida imposible al chef que contrato Kadem y a cierta cosilla preciosa.Acaricié mi estómago viendo divertido como Quan apenas había llegado, me había sal
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