—Lo vi salir del ascensor y el aire se me fue de los pulmones, me costó un mundo convencer a Franck que me llevara a su sala y él se me adelanto —Buen día Rebeca ¿Cómo amaneciste? —Bien gracias Eva, buen día Marcos estaba por ir a visitarte ¿Cómo te sientes hoy? —Buen día, bien gracias —Amor no deberías estar tanto de pie ven a sentarte, le hice señas a Eva para que me acompañara a la cafetería, al parecer estos tienen mucho que hablar sin siquiera recordarse —Si mi cielo, tu hijo en verdad me cansa, le seguí la corriente a Franck al parecer sobramos —¿Quieres recostarte? —Estoy bien gracias, pero tú no debes estar de pie en la habitación hay un mueble muy cómodo, mi mamá dice eso —Conduje la silla dentro de la habitación, la ayudé a recostarse, no podía dejar de observar su rostro, aunque pálido y un poco demacrado exudaba una belleza que me atraía como abeja al panal, mis manos quemaban en cualquier parte de su cuerpo y eso emitía unas corrientes eléctricas en todo mi cuerp
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