Isabela agarró el vaso de leche de la mano de Allen y lo dejó en la mesita. El niño casi tenía los ojos cerrados y dio un gran bostezo que se sincronizó con el de Kiki que al final había terminado durmiendo con él. Ella sonrió y le beso la frente acomodándolo en la cama y tapándolo.Ese día había sido incluso mejor que el de su boda original. No había sido igual de ajetreado que aquella vez, pero si más divertido, íntimo, y esta vez con sentimientos reales. Era extraño, pero antes no tenía casi nada, apenas lo suficiente para ofrecerle a Allen, y ahora, hasta un padre y una vida estable podía darle. Se sentía… realmente aliviada.-Bela, te ves feliz- Allen le dijo con una leve sonrisa.-¿En serio?- ella inclinó la cabeza- Quizás es porque lo estoy.-Te lo mereces- la sonrisa de Allen se hizo más grande, y se acomodó- Y ya vete, Giovani parecía que se iba a desmayar cada vez que te apartabas de él. Me parece que va a ser un papá muy baboso.-Alleeeennn- Isabela no pudo evitar carcajear
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