—Emma, pequeño, creo que debemos irnos, antes de que alguien venga… no queremos que te lleven a ti también— dijo Esteban quedando a nuestra altura.Salimos del lugar y llegamos a la casa de nuestros padres, se me hacía tan bien verlos, saber que… estaban bien. Ellos le dieron una cálida bienvenida al niño, pero, salvo a la vez anterior, él no ha dicho ninguna palabra, él sabe lo que le pasó a su madre, pero… quizá, no quiera decirlo. Le hemos preguntado su nombre y no responde, quizá… solo necesitaba tiempo, sí, algo de tiempo, me encargaré que lo tenga.—Cariño, vamos a ver tu nueva habitación— lo tomé de la mano.Él tenía ocho años, pero a causa de su mala alimentación parecía un niño de cinco ¿Qué podríamos hacer ahora? Solo esperar y dar lo m
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