Capítulo 29. Aquel día
Enzo MarchettiSuspiro para levantar mi ropa interior y luego mi pantalón, ya se ha vuelto aburrido el sexo con Kristin, no me siento complacido al cien por ciento con la vampiresa y tenerla a mi lado cada hora es agobiante. —Amor, me gustaría ir de compras, —me dice. —Hoy no estoy de humor para compras, —el auto se dirige a la empresa, ya deseo que Donato llegue y se haga cargo de su parte. —Por favor, —ruega. —Kristin te he dicho que no, —se cruza de brazos mientras refunfuña, no la soporto y pensar que la hice mi esposa es lo peor de todo. Cuando el auto se detiene ni siquiera espero que el chofer abra la puerta para bajar, camino hacia la entrada principal del edificio y esta se abre en automático. Escucho a la vampiresa llamarme y la ignoro, por suerte el ascensor está listo para que pueda ingresar y subir solo a mi oficina, suspiro. Según tengo entendido, Donato llega hoy a Italia, se supone que era ayer, sin embargo, no impo
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