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Todos los capítulos de Llora por favor, te lo suplico.: Capítulo 21 - Capítulo 30
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Capítulo 20
La enfermera que en algún momento estaba previendo su futura gloria, se estremeció al ver la actitud de Lucas. Por un segundo había olvidado lo terrible que podía ser. —Y a ti... ¿Quién te dio el derecho de prestarme o dejarme como si fuera un misero objeto? La voz aún más baja y molesta de Lucas estremeció a ambas. Una comenzó a temblar y la otra, cerro su libro al “reaccionar” y lo observo en silencio. —Oh, cierto. Me disculpo por eso, sin embargo, de hecho, no es la primera vez que haces algo así, ¿No crees que es estúpido que te molestes en este momento? Lucas reaccionó y por un momento una ligera idea lo preocupo. —¿Qué dijiste? —Dije: No es la primera vez que lo haces. Así como a ti no te importa, a mí tampoco debería afectarme. —Espera, hay un malentendido aquí, yo nunca... Como si lo hubiera atravesado un rayo, se cubrió la frente con una mano. —Ximena... —No te molestes, ya no me importa. Solo espero que cuando me deseches, me permitas irme tranquilamente. N
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Capítulo 21
Él se sorprendió no creyó que en ningún lugar de su expediente hubiera una sola cosa buena. Ella bajo la mirada y con una leve sonrisa, respondió a su duda. —Jamás podré ser madre... Lucas tragó y sintió un leve vértigo debido a una premonición, que no tardo en volverse realidad. —Así como el señor Lucas siempre deseó, esa absurda idea ha sido desechada por completo. Sus puños que habían dejado de sangrar y estaba llenos de sangre seca, se apretaron y las heridas se volvieron a abrir. La vergüenza, el arrepentimiento y remordimiento llegaron en un instante. Nunca le había dicho que quería tener un hijo y, siempre que ella planteaba la idea, él simplemente cambiaba drásticamente el tema. Ella entendió después de varias veces que la idea no le agradaba, por lo que no lo volvió a mencionar, pese a que era algo que ella de verdad anhelaba. Mientras estaba perdida en sus pensamientos, la voz de Lucas la volvió a la realidad. —Ximena... —Por favor, no me vayas a decir que
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Capítulo 22
«¿Después de todo este tiempo aún no me conoces?» Entre su pequeña tormenta interna, Lucas no notó que Ximena completamente sorprendida, lo miro unos segundos con una expresión extraña. Al entrar a la casa, extrañamente estaba sola, los hombres que por lo general rondaban escaleras, ventanas y puertas no estaban. Salvo uno que los siguió, no había nadie más. Y, este, se quedó en la puerta, cerrándola y dejando a ambos adentro. Ximena aun no podía entender lo que estaba pensando, pero en algún momento sintió como si el gran peso del mundo que sentía, fuera desapareciendo lentamente. Lucas camino un poco hacia adelante y con una leve sonrisa extendió su mano hacia ella. —Prometiste regalarme una última noche. Ella lo miro perdida unos segundos. «Jamás te había visto sonreír...» Su piel clara resaltaba aún más con su traje y cabello negro, su expresión que siempre era estoica en ese momento se veía suave y, como si se tratara de un sueño. Lejos de conmoverla, le despertó un sa
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Capítulo 23
Axel inclinó la cabeza hacia un lado mientras desviaba tristemente la mirada. —Lo she, pero aún ashí no me adrepiento de nada sheñor. Lucas se despeino frustrado y gruñó por lo bajo. —En cuanto terminemos con esto no quiero volver a verte. —Ashi sherá, señorl. Sin decir más, Axel salió de la casa. Él mejor que nadie sabía lo estúpido y necio que era, antes de conocerla no hacía un negocio sin recibir un beneficio. Era conocido por ser un zorro bastante astuto y engañoso. No sobresalía, pero cuando alguien desprevenido pasaba por su “madriguera” era lo mismo que ser devorado por una araña. Cuando se topó con Raquel, fue como envolverse en la telaraña de una viuda negra. A diferencia de Lucas que pagaba por lo que quería y se iba, él “apreciaba” a sus mujeres. Las llenaba de atenciones y regalos, las llenaba esperanzas y, cuando se aburría o quería un poco de “emoción”, las dejaba. Los sentimientos de rechazo, dolor y desesperación era con lo que más se identificaba, am
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Capítulo 24
Ella simplemente correspondió y lo siguió. —¡Es verdad! ¿La señora hizo todo esto? Ximena que estaba subiendo las escaleras jaló de regreso debido a que Lucas no la había soltado y vio los rostros de los chicos sonrojados y emocionados. Desde que había llegado a la mansión no le había prestado atención a nadie más que a Lucas, los demás eran casi tratados como muebles o un ornamento. Lo cual la hizo sentir culpable. Eran seres humanos que vivían y sentían. Con una sonrisa habló mientras Lucas prácticamente la arrastraba. —¡Su jefe y yo lo hicimos! ¡No dejen nada! Varias cucharas cayeron ruidosamente al suelo mientras miradas atónitas se cruzaban por todos lados. —¡¿El jefe cocina?! Lucas al escuchar las “voces bajas” frunció el ceño. —¿Qué todo el mundo cree que soy inútil? Ximena sonrió y respondió: —Claro que no, pero es un poco curioso. Nadie imaginaría que alguien con tu cara sería capaz de cortar suavemente una verdura. Jejejeje —Parece que has
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Capitulo 25
Ximena tragó y se retorció ante su tacto, pero debido a que aún estaba dentro de ella, la sensación fue un más estimulante. —¡Ah! No… No hagas eso… ¡Ah! Se comenzó a mover nuevamente, sintiendo como entraba y salía él mismo con su mano. Debido al estímulo, las paredes de Ximena se contraía fuertemente en contra de su voluntad. Con dificultad, apretó los dientes y comenzaron las embestidas enserio. Ximena no supo cuántas veces ni en cuántas posiciones había sido colocada, de lo único que estaba consciente era de que, Lucas era una bestia completamente insaciable. No supo qué hora era, pero quiso levantarse para ir al baño, sin embargo, su fuerte abrazo la mantuvo firme en su lugar. Y, ni mencionar, el firme y bien incrustado miembro dentro de ella. Atónita e incrédula, trató con más fuerza pero Lucas se despertó. —¿A dónde quieres ir? Preguntó con una seductora voz ronca. —Yo… sólo quiero ir a lavarme. Lucas se dio cuenta de su incomodidad y la soltó, Ximena rápidam
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Capítulo 26
Ximena se rindió y simplemente continuó comiendo pese a que no tenía apetito. Se tomó el medicamento que se le dio y ahí reaccionó, ya no le dolía tanto el cuerpo. La enfermera nuevamente se acercó a ella y le entregó varios frascos de medicina. —Aquí se encuentra este se llama xxxx es para su tratamiento de plaquetas, este es xxxxx, es para el apetito y este es un analgésico. El último lo puede tomar hasta dentro de cinco días o si lo prefiere, hasta que se sienta mejor aunque no es muy recomendable. Los demás medicamentos serán surtidos en este hospital, debe recogerlos puntualmente, y no debe perderse ninguno o puede haber alguna recaída. Sus revisiones también ya están agendadas, en estas hojas se encuentra todo. Ximena al escuchar “recaída” se estremeció levemente, pero luchó por no mostrar su miedo en la superficie. Al final, le dejó todo en la mesa haciendo parecer que era una farmacia completa. Ninguno habló y Ximena solo espero. Lucas se puso de pie, pareci
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Capítulo 27
Al cerrar Ximena la puerta del auto, Raquel guardó el arma. —¿Por qué no todos los trabajos son tan sencillos? Estaban por subir a su auto, cuando otro se estrelló directamente contra el. ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! —¡Cúbranme! ¡Cuñada sube al otro auto! ¡Muévete! Raquel comenzó a disparar junto con sus hombres y pudo ver que se acercaban más autos a la distancia. —¡Demonios! Voy a cobrarle caro este chistecito a Lucas. Ximena vio que su hermano aún no se iba, por lo que le hizo una señal desesperada para que lo hiciera. Ella se mordió el labio y subió al auto de Raquel, esperaba que al verla relativamente a salvo recapacitara. Raquel rápidamente tomó el volante y se alejó, la velocidad era demasiado alta y sus maniobras muy arriesgadas, por lo que la adrenalina no bajó en ningún momento. —Tu hermano puede ser una cucaracha molesta, pero será buen escudo en este momento. Dijo Raquel mientras miraba por el retrovisor y veía en todas direcciones al mismo tiempo. —¿Qué?
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Capítulo 28
Dijo Axel entrando a la oficina. Lucas cerró la computadora y lo escuchó. —Él, hace una semana regresó del extranjero. No había podido localizarlo debido a que se encontraba en un pueblo remoto en Suiza. Había salido con un seudónimo y... con ayuda de Sergei... Lucas sonrió y se lamió las muelas con irritación. —No cabe duda de que no le agrado a mi suegro. Prefiere ayudar a otros hombres que apoyar a su yerno. Déjame adivinar, ¿Ese pueblo es propiedad de alguien en específico? Axel abrió los ojos algo sorprendido. —Así es señor... es... de Gergen. Lucas asintió en entendimiento y le hizo una señal para que se fuera. Al dejar Axel la oficina, saco un teléfono de un cajón de su escritorio cerrado con llave e hizo una llamada. Con un malayo casi nativo, habló con un hombre. —¿Has tenido alguna novedad? —Así es señor, Gergen hizo un movimiento sobre las acciones de la sucursal de Singapur. Aparentemente son muy sutiles, sin embargo, si no tuviera conocimiento de ello,
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Capítulo 29
Bajó la mirada al suelo, pero al volver a levantarla hacia la puerta, se volvió casi desorbitada y sonreía inquietantemente. Se le hizo agua la boca mientras sentía ese asfixiante y silencioso dolor en el pecho. Se estremeció al imaginar la escena y escuchar los gritos de indescriptible placer adentro. Recordando en dónde se encontraba, trató de controlarse. Afortunadamente había sido a tiempo, al girarse, un hombre con unos documentos bajó del elevador. Aparentemente distraído y cansado caminó hacia la puerta de la oficina, sin embargo, el ruido lo hizo reaccionar y, sin una sola palabra y con el rostro completamente rojo y avergonzado. Regresó sobre sus propios pasos nuevamente. Axel se sentó en su silla y comenzó a sentirse inquieto. —¿Gritarías igual si te folláramos los dos a la vez…? Se susurró mientras se lamía los dientes con ansiedad. Después se controló y se dispuso a continuar con su trabajo, sin embargo, el bulto en sus pantalones le pedía a gritos atención.
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