A la mañana siguiente en cuanto el horario de visita comenzo, Oliver entro a verla. Se le veía de un mejor semblante y más despierta, su piel había recuperado el color, sus labios ya no estaban secos y agrietados, y sus ojos tenían el brillo de siempre.No podía, ni quería retrasar más la conversación que tenían pendientes.- ¿Como estás? - le pregunto preocupado no solo por su salud física, sino por su estado emocional.Había pasado una experiencia terrible, misma que le pudo dejar graves secuelas y casi era seguro que era de ese modo; él de entre todos lo entendía, así que procuro ser cuidadoso con ella.- Bien, solo un poco agotada; pero eso normal debido a la perdida de sangre - le contesto poniéndose en modo enfermera, algo que amaba de ella.- Nunca dejaré de agradecerte por haber devuelto a nuestro hijo a mi la
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