Salieron del departamento de Tristán, lo más temprano que les fue posible salir, para evitar a la gente que podría estar en la calle, caminaron tomados de la mano rápidamente y llegaron casi antes que los obreros y funcionarios llegarán a la fábrica, subieron al despacho.- ¡Creo que nadie nos vio! – exclamó Annette soltando un suspiro de tranquilidad.- Sí, tuvimos que salir muy temprano, nadie a llegado todavía – respondió Tristán abrazando a Annette.- Sigo preocupada por Ornella, especialmente por el niño, esa mujer no creo que lo esté cuidando tan bien, no lo quiere, Tristán.- Lo sé, mi amor, también yo estoy preocupado por el niño, Ornella es mala y por lo que vi está mañana es que ella odia a ese pequeño, esta enferma, espero que todo el plan resulte como lo estamos planeando.- Ni bien llegué el señor Wirth le pediré que pida al banco el desembolso del monto que Ornella está pidiendo y averiguaremos si los documentos que debía preparar ya los tiene hecho, después aunque no me
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