El estruendoroso gruñido que amenazaba fervor mente a salir de su garganta, aquel que se colocaba en medio de su pecho, de forma caliente, amenazando y rasguñando con querer salir, liberarse de su cárcel…aquel inhumano sonido se creaba irónicamente de un cuerpo humano, ella aguantaba, no sabía lo que pasaba, sus ojos marrones miraban con enojo la ventana rota, apoyando sus manos desnudas en la pared que sostenía la ventana herida, los pedazos caídos que quedaron en la plana pared en la que sus manos se apoyaron se clavaron con fuerza en ella, no lloró, no se quejó…ningún sonido salió de sus labios; sus ojos dilatados y sus glándulas salivales secretando más y más de aquel líquido que ayudaba a iniciar el proceso de digestión. Las pequeñas gotas de su sangre comenzaron a ser derramadas, haciendo un indeciso camino hacia donde la gravedad las llevaba, aquel liquido carmesí, tan tibio como su cuerpo lo había mantenido antes de que decidiera abandonarlo por su ira. Su cuerpo, solo por
Leer más