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Todos los capítulos de Arwen : Capítulo 11 - Capítulo 14
14 chapters
Capítulo diez: El desconocido
El pequeño moreno relajó su mirada al ve de quien se trataba, hasta se le iluminaron con gran admiración al ver que ella, su heroína y la mujer mas valiente que había visto en sus cortos quince años. Se levantó del asiento con emoción mal disimulada, ocultando la sonrisa que amenazaba por salir de su boca en contra de su voluntad. Arwen caminó a paso apresurado hacía el para evitar que se lastimara por aquel movimiento tan brusco de su parte, apartando la mirada de sus ojos algo avergonzada al sostener su brazo en un impedimento suyo para que el chico no se moviera.—¡Si! Es decir, si...soy Pablo— Sonrió extendiendo delicadamente su mano hacía la cobriza, quien con gusto y algo extrañada acepto el saludo del muchacho— Espero no sonar grosero pero...¿Qué e lo que haces aquí?— Preguntó volviéndose a sentar en la silla de material plástico que tenía el hospital.—A decir verdad, yo...yo vengo a disculparme contigo.— Confesó mirando hacía otro lado, suspirando antes de sentarse a un lado,
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Capítulo once: Llamada peligrosa
Salió del hospital una vez pasó por las puertas de cristal con una pequeña sonrisa en el rostro, estaba de buen humor al saber que la situación no había terminado en una catástrofe por lo ocurrido el día anterior, y sabía con exactitud que al meno Pablo estaba con ella y le había perdonado por su tardía en ayudarlo, comenzaba a creer que era un día muy bueno, y valía la pena tener los bolsillos vacíos para ese regalo de disculpa que le dio al muchacho, esperaba que le diera un muy buen uso a esos dulces y al vergonzoso osito de peluche. De pronto en su mente apareció la fornida imagen de Lucas, el hermano de Pablo, y su pésima actitud hacia ella y su hermano no hacía más que molestarla, pues su primera impresión de ese hombre de casi dos metros no era muy buena, sobre todo por el trato que le daba a su pobre hermano enyesado y roto. Cruzó la calle junto a un grupo de personas, el sol golpeaba a la primera superficie que estuviera a la vista y el clima era encantador, no eran más de las
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Capítulo doce: Corazón palpitante
El cálido día comenzaba a oscurecerse, a pesar de que el reloj aún no marcaba las siete de la tarde, las nubes de forma lenta y casi imperceptible para el ojo humano comenzaban a moverse dispersándose o uniéndose entre si, dejando que el sol se escondiera entre ellas cuando pasaban por ahí. El sudor frío recorría su cuerpo como una gran ayuda para refrescar su piel caliente, corría como si de su último maratón se tratase, sentía en su interior las ganas de gritar por los nervios y el susto que sentía ante la impotencia de no estar con su amiga en esos momentos, en su mente pasaban una y otra vez los recuerdos de sus padres diciéndole que se escondiera hasta que ellos o un uniformado policía la encontrara, y ella como una inocente niña de diez años les creyó y se escondió esperando a que ellos la encontraran. Las cuadras se iban quedando atrás gracias a la gran velocidad adquirida que Arwen poseía en ese momento, por suerte para ella y su salud mental, solo quedaban un par de
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Capítulo trece: El bosque
El estruendoroso gruñido que amenazaba fervor mente a salir de su garganta, aquel que se colocaba en medio de su pecho, de forma caliente, amenazando y rasguñando con querer salir, liberarse de su cárcel…aquel inhumano sonido se creaba irónicamente de un cuerpo humano, ella aguantaba, no sabía lo que pasaba, sus ojos marrones miraban con enojo la ventana rota, apoyando sus manos desnudas en la pared que sostenía la ventana herida, los pedazos caídos que quedaron en la plana pared en la que sus manos se apoyaron se clavaron con fuerza en ella, no lloró, no se quejó…ningún sonido salió de sus labios; sus ojos dilatados y sus glándulas salivales secretando más y más de aquel líquido que ayudaba a iniciar el proceso de digestión. Las pequeñas gotas de su sangre comenzaron a ser derramadas, haciendo un indeciso camino hacia donde la gravedad las llevaba, aquel liquido carmesí, tan tibio como su cuerpo lo había mantenido antes de que decidiera abandonarlo por su ira. Su cuerpo, solo por
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